TECNOLOGÍA PARA UN SUPPLY CHAIN MODERNO: ¿ESTÁ CHILE A LA ALTURA?

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Los profesionales de Supply Chain demandan soluciones tecnológicas que no solo mejoren la productividad y la toma de decisiones en tiempo real, sino que también estén alineadas con los objetivos de sostenibilidad y crecimiento empresarial. Si bien el mercado tecnológico chileno ha logrado avances importantes, aún enfrenta retos en la integración, personalización y desarrollo local de herramientas innovadoras.

¿Qué espera un profesional de Supply Chain cuando se sienta frente a un proveedor tecnológico en Chile? La respuesta ya no se limita a eficiencia y ahorro de costos. Hoy, quienes lideran la logística y las operaciones buscan algo más profundo: soluciones que les permitan responder a negocios cada vez más exigentes, con tecnologías ágiles, integrables, sostenibles y adaptadas a la realidad local.

En esta búsqueda, el mercado tecnológico chileno cumple un rol clave, pero ¿está realmente preparado para acompañar esta transformación? ¿Qué tan maduras son sus soluciones? ¿Qué brechas enfrentan quienes operan desde Chile?

Para entender el momento que vive la industria, en este sentido, conversamos con tres ejecutivos de supply chain en el país: Francisco Apablaza, Dagoberto Sanhueza y Horacio Garrido. Sus respuestas revelan tanto avances como deudas estructurales que el ecosistema tecnológico chileno aún arrastra. Sus visiones -desde el retail, la logística industrial y la distribución- permiten dimensionar qué se espera hoy del mundo tech y cuánto camino queda por recorrer.

DE LA EFICIENCIA A LA DIFERENCIACIÓN

La transformación tecnológica en supply chain ya no se limita a la automatización de procesos básicos. Hoy, las empresas buscan soluciones integradas que les permitan ser más ágiles, tomar decisiones en tiempo real y anticiparse a la demanda del mercado.

horacio garrido“Buscamos tecnologías que aumenten la productividad, la competitividad y el servicio al cliente, especialmente en retail de vestuario, donde la agilidad y adaptabilidad son críticas para el éxito”, afirma Francisco Apablaza, ejecutivo con amplia experiencia en supply chain para empresas de consumo masivo y moda.

Para Apablaza, el mercado exige velocidad, precisión y flexibilidad. “En nuestro rubro, quien se adapta más rápido tiene la ventaja. Por eso valoramos soluciones que se puedan implementar en semanas, no en meses. Y ahí, muchas veces, las tecnologías importadas  -particularmente las chinas- ofrecen una respuesta más pragmática”, señala.

LA PROMESA (Y EL LÍMITE) DEL ECOSISTEMA TECNOLÓGICO CHILENO

Aunque los avances existen, los entrevistados coinciden en que el mercado tecnológico chileno todavía está lejos de satisfacer plenamente las expectativas de los profesionales de supply chain. Existen buenas soluciones, pero también limitaciones.

Dagoberto Sanhueza, observa que: “Actualmente, el mercado chileno ofrece una amplia gama de soluciones tecnológicas, desde sistemas ERP robustos hasta plataformas de última milla y herramientas de inteligencia artificial para la planificación de la demanda”.

Sin embargo, agrega, “aún enfrentamos desafíos en aspectos como la interoperabilidad entre sistemas, la adopción de tecnologías emergentes como IoT y blockchain, y, sobre todo, la disponibilidad de talento especializado”.

La mirada de Horacio Garrido, Operations Director Hortifrut Imports USA, coincide con lo señalado: “El mercado ofrece soluciones básicas a intermedias. He visto buenos desarrollos en última milla, algunas plataformas incluso se han expandido regionalmente. Pero, por ejemplo, para pymes, la oferta sigue siendo limitada por los altos costos y la baja personalización”.

Garrido, con dos décadas liderando operaciones logísticas, también destaca una carencia estructural: “La mayoría de las empresas tecnológicas locales siguen centradas en outsourcing. Eso está bien, pero si no apostamos por la creación de herramientas propias, difícilmente vamos a generar soluciones de alto valor para la industria”.

¿Y EL DESARROLLO NACIONAL?

Un tema que se repite en las tres voces entrevistadas es la dependencia de tecnología importada y la escasa fabricación local.

“En materia de automatización, ya existen empresas chilenas que se dedican al montaje e integración, incluso fabrican algunos componentes. Pero la mayoría de los proyectos utilizan productos importados”, indica Sanhueza. “En menor medida, conviven componentes de fabricación nacional como complementos de mecanismos extranjeros. El problema es que, si no nos atrevemos a desarrollar más tecnología local, no vamos a adquirir la experiencia y conocimiento que otros países ya tienen. Y eso limita nuestra autonomía a largo plazo”, agrega el ejecutivo de Farmacias Similares.

Francisco ApablazaEn tanto, Francisco Apablaza, define el desarrollo tecnológico nacional como “lento”, apuntando a la necesidad de realizar cambios culturales con mayor impulso.  “El progreso es lento; se necesita mayor adopción de tecnologías ágiles y un cambio cultural para responder a la demanda de negocios dinámicos como el retail”, comenta.

Sanhueza advierte que aún persisten desafíos importantes: “es necesario fortalecer la infraestructura digital en zonas remotas, ampliar la cobertura de conectividad y avanzar en la madurez de la integración tecnológica a lo largo de toda la cadena de suministro. En definitiva, “Chile muestra un progreso prometedor, pero para consolidar su posición, es fundamental seguir invirtiendo en innovación, en el desarrollo de talento y en una colaboración activa entre los distintos actores del ecosistema tecnológico y logístico”.

“El mercado tecnológico chileno está en una etapa de desarrollo intermedio, con fortalezas como una buena conectividad y un ecosistema emprendedor en crecimiento, pero con desafíos significativos, reconoció Horacio.

UN PAÍS CON POTENCIAL… PERO EN TRANSICIÓN

Los tres expertos coinciden en que Chile tiene potencial para avanzar hacia un mercado tecnológico más competitivo. Existen buenas condiciones de conectividad, un ecosistema emprendedor en crecimiento y empresas que están invirtiendo en digitalización.

“Chile ha avanzado significativamente en digitalización”, asegura Sanhueza. “En logística, el nivel puede considerarse medio-alto. Muchas compañías están automatizando centros de distribución, incorporando vehículos eléctricos y utilizando analítica avanzada”, enfatiza.

dagoberto sanhueza 2Sin embargo, Garrido advierte que los desafíos estructurales son profundos: “En 2023, Chile registró solo 21 patentes tecnológicas. Estamos por debajo de países como Uruguay. Seguimos dependiendo de servicios de bajo valor agregado, y la fuga de talento tecnológico es una realidad”.

Agrega: “Necesitamos una estrategia nacional que priorice la creación de tecnología propia, la formación de capital humano y la integración público-privada. No podemos seguir avanzando cada uno por su cuenta”.

Dagoberto, en definitiva asegura que “Chile muestra un progreso prometedor”, pero para consolidar su posición, es fundamental seguir invirtiendo en innovación, en el desarrollo de talento y en una colaboración activa entre los distintos actores del ecosistema tecnológico y logístico.

LO QUE LOS EJECUTIVOS ESPERAN

Las expectativas de los profesionales de supply chain son claras:

Soluciones ágiles y adaptables: “Necesitamos soluciones que estén operativas rápidamente”, resume Apablaza.

Tecnología integrada y escalable: “Las herramientas deben poder crecer con la empresa y conectarse con los sistemas existentes. No podemos estar parchando tecnologías cada año”, enfatiza Sanhueza.

Apoyo al desarrollo nacional: “Si seguimos importando todo, nunca vamos a tener una industria resiliente. Necesitamos desarrollar tecnología en Chile”, sostiene Garrido.

Enfoque en sostenibilidad: “Toda solución nueva debería incluir variables de eficiencia energética y reducción de emisiones. Es una exigencia, no un lujo”, agrega Sanhueza.

Chile ha demostrado que puede digitalizar su logística y adoptar nuevas tecnologías. Pero si quiere ser protagonista y no solo consumidor, debe avanzar hacia un ecosistema donde la innovación sea una capacidad instalada, no un proyecto aislado. Como resume Garrido: “La transformación digital en logística requiere de soluciones integradas y accesible”.

Las expectativas están sobre la mesa. Ahora le toca al mercado tecnológico chileno responder.