Con casi un siglo de historia, Guante y Gacel inicia una nueva etapa que pone a la omnicanalidad, la modernización tecnológica y la experiencia del cliente en el centro de su estrategia. La compañía está redefiniendo su forma de operar, integrando logística avanzada, análisis de datos y una visión más ágil del retail, en un momento donde la coherencia entre lo que se promete y lo que se entrega es clave para competir.
La historia de Guante y Gacel ha sido, desde sus inicios, una historia de evolución. Pocas empresas del rubro del calzado pueden decir que han acompañado por casi un siglo los cambios estéticos, funcionales y culturales del país.
Pero hoy, más que mirar el pasado, el grupo está concentrado en escribir un capítulo completamente nuevo: uno donde la logística, la omnicanalidad y la expansión internacional se convierten en protagonistas de una transformación profunda.
“Hoy estamos en pleno proceso de crecimiento”, dice Eduardo Astudillo, gerente general de Empresas Guante – Gacel, mientras describe una hoja de ruta que no solo moderniza la empresa, sino que redefine la manera en que interactúan con sus consumidores. “Acabamos de terminar nuestra Planificación Estratégica que nos marca la hoja de ruta de aquí a los próximos años y nuestra expansión responde al desafío de reforzar nuestra estrategia multimarca y multicanal”, añade el ejecutivo.
No se trata de una expansión improvisada ni de una respuesta coyuntural; es una visión articulada que se apoya en fortalezas construidas durante más de 90 años y en una lectura muy clara del mercado actual. En palabras simples, el grupo entiende que el retail de hoy exige disciplina, velocidad y una capacidad de adaptación que no siempre está presente en las compañías tradicionales.
Ese plan contempla reforzar su liderazgo en Chile y, al mismo tiempo, reactivar su presencia en mercados donde su nombre aún resuena. “Estamos diseñando el plan retorno a Argentina y Perú, que son mercados en donde ya nos conocen y donde factores como la madurez del e-Commerce, los acuerdos logísticos y la afinidad cultural permiten prever un buen aterrizaje”, agrega Eduardo. La empresa sabe que internacionalizar no es solo vender: es construir una propuesta relevante y consistente para consumidores que valoran diseño, confort, rapidez y una experiencia sin fricciones.
LA ERA OMNICANAL: MUCHO MÁS QUE UN SLOGAN
Conscientes de los cambios que ha experimentado el mundo de la moda y calzado y del retail en general, la compañía inició hace unos años un proceso de cambios, marcado por la forma de acercarse al cliente y responder a sus necesidades.
En el retail abundan las declaraciones de empresas que dicen ser omnicanales. Pero en la práctica, muchas veces el concepto queda reducido a un slogan, una promesa publicitaria o una funcionalidad aislada. En Guante, la omnicanalidad es otra cosa: es el corazón del modelo de negocios.
“Pasamos de un modelo predominantemente físico a uno omnicanal donde el cliente define cómo compra”, recuerda Eduardo. Esa transición no fue un discurso, sino una transformación real que obligó a revisar procesos, sistemas, cultura interna y estructura completa. “Planificar con flexibilidad, fortalecer el análisis profundo de datos y poner al cliente en el centro de todas las decisiones” fueron aprendizajes que marcaron un antes y un después, según Cristóbal Boetto, gerente de Supply Chain y Logística.
El cambio también implicó redefinir el rol de las tiendas, que dejaron de ser puntos de ventas aislados para convertirse en nodos logísticos y experienciales. Hoy, un local puede ser tienda, punto de retiro, punto de devolución y vitrina digital a la vez. Esa flexibilidad amplifica la capacidad de respuesta frente a una demanda cada vez más variable y exigente.
Y ese cliente, más exigente, más informado e impaciente, exige fluidez total. “El cliente no piensa en canales, piensa en fluidez. Quiere ver online, probar en tienda, comprar desde el celular y devolver donde le quede mejor”, agrega Cristóbal. De esa convicción nació un ecosistema operativo que incluye inventario unificado, disponibilidad en tiempo real, retiro en tienda, despacho express, ship-from-store y experiencias híbridas como pasillo infinito.
Para Guante, la omnicanalidad no es tendencia: es infraestructura, es tecnología, es diseño operativo y es filosofía de trabajo. Es la base sobre la cual se construye la experiencia completa del cliente. Y esa diferencia, entre decir y hacer, marca un punto de competitividad clave.
LA LOGÍSTICA COMO MOTOR SILENCIOSO DEL CRECIMIENTO
Con la omnicanalidad como eje, la logística dejó automáticamente de ser un backend para convertirse en una pieza estratégica. Cristóbal Boetto lo sintetiza así: “La logística dejó de ser una función de soporte para convertirse en una ventaja competitiva”. En una industria donde los ciclos son cortos, las colecciones se mueven con rapidez y la demanda varía por diseño, talla, temporada y tendencia, tener una operación robusta es tan importante como tener un zapato atractivo y para eso fortalecer proveedores, capacidades predictivas y modelos de abastecimiento rápidos y flexibles es vital.
Cada decisión logística impacta directamente en la percepción del cliente. Y con el crecimiento del canal digital, la postventa adquirió protagonismo: “Los nuevos desafíos que propone el canal digital nos ha obligado a poner los procesos de postventa en el centro”.
En este contexto, la trazabilidad también se ha convertido en un pilar clave. El cliente exige saber dónde está su compra, cuánto tardará y cómo puede modificar su entrega. La empresa, consciente de ello, ha fortalecido su visibilidad operacional con herramientas que integran datos en tiempo real, permitiendo reaccionar con rapidez frente a cualquier desvío o variación de demanda.
Para sostener todo esto, Guante ha invertido en una arquitectura tecnológica moderna: plataformas de logística avanzada, un OMS omnicanal, un ERP cloud con IA integrada, un CRM de nueva generación y un software especializado para logística inversa. Esto permite operar con precisión quirúrgica en un sector donde la rapidez y la disponibilidad en tiempo real son ahora básicas, no diferenciadoras.
“Se diseña desde el consumidor hacia atrás”, explica el líder supply chain y logística. Ese principio guía la forma en que equilibran inventarios entre tiendas y centro de distribución, optimizan forecasting y diseñan procesos ágiles que respondan a la velocidad de la moda y del e-Commerce.
GLOBALIZAR SIN PERDER IDENTIDAD
Hoy Guante está en un momento importante: sólido, en evolución, con una identidad fuerte y con ambiciones regionales. “Hoy estamos en un momento de consolidación y evolución”, resume Eduardo Astudillo. Competir con marcas globales, con nativos digitales o con propuestas de bajo costo exige autenticidad y coherencia. Su ventaja competitiva, asegura, está en “diseño chileno contemporáneo con mirada global, calidad como estándar, tecnologías de confort aplicadas al diseño y una experiencia omnicanal uniforme”.
La internacionalización también implica entender cómo se comportan las nuevas generaciones de consumidores, quienes no sólo buscan comodidad y estilo, sino también transparencia, agilidad y coherencia entre lo que una marca promete y lo que realmente entrega. En ese sentido, expandirse a nuevos mercados con una propuesta omnicanal robusta y una logística capaz de sostener promesas es un factor diferenciador.
Mirando a tres a cinco años, la compañía proyecta una versión más grande y más moderna de sí misma con un claro foco en lo digital y la sostenibilidad. Además, visualiza una mayor presencia en Latinoamérica, la incorporación de nuevas marcas, como la recientemente incorporada Anacapri que “ha tenido muy buena recepción en el mercado local”, colaboraciones creativas y colecciones más innovadoras que recojan tendencias e incluso las creen y, sobre todo, un foco en la experiencia que amplifique la satisfacción.
Y desde el punto de vista tecnológico, Cristóbal Boetto asegura que la mirada está en: “seguir perfeccionando nuestro modelo de automatización logística, retail inteligente y robustez en analítica avanzada y uso de IA”.
Todo lo anterior, a juicio de los ejecutivos, se sustenta en cinco pilares culturales de la compañía: conexión con el cliente, innovación proactiva, pasión por los detalles, excelencia y responsabilidad por el negocio. Estos principios permiten sostener el crecimiento sin perder autenticidad.
HACIA UN RETAIL MÁS INTELIGENTE
Los desafíos del sector —ciclos de moda cada vez más cortos, la entrada de nuevos competidores globales, consumidores más exigentes y la volatilidad logística internacional— no intimidan a la compañía. Por el contrario, actúan como un acelerador interno. “No buscamos imitar: buscamos competir desde lo que nos hace únicos”, afirma el gerente general, resumiendo la convicción que hoy guía a la organización.
Esa mirada explica por qué Guante está avanzando hacia un modelo donde la estrategia comercial, la inteligencia de datos, el diseño de colecciones, la operación omnicanal y la infraestructura logística funcionan como un solo sistema. La empresa entendió que la moda ya no se construye sólo con diseño, sino también con analítica, con visibilidad operacional, con procesos ágiles y con una experiencia integrada que elimine fricciones en cada punto de contacto.
Además, la compañía está reforzando su capacidad de innovación continua, incorporando herramientas que permiten testear colecciones con mayor rapidez, analizar rendimiento por SKU casi en tiempo real y ajustar promociones o surtidos según el comportamiento del consumidor. Esta inteligencia permite, por ejemplo, anticiparse a quiebres de stock, reaccionar oportunamente a cambios de preferencia y maximizar la vida útil comercial de cada colección.
El futuro del retail exige precisión y anticipación, y Guante está desarrollando ambas capacidades: proyecciones más finas, reposiciones más ágiles, integración tecnológica en expansión y una cadena logística diseñada para responder —y ojalá adelantarse— a lo que el cliente espera. En esa visión, la omnicanalidad dejó de ser un concepto aspiracional y se consolidó como el sistema nervioso que articula la experiencia completa.
La empresa no solo está creciendo: está perfeccionando su manera de competir. Con estrategia. Con identidad. Con historia. Y con la convicción de que los próximos pasos se darán con mayor velocidad, mayor integración regional y un foco aún más profundo en el cliente. Guante camina hacia adelante con firmeza —y con la claridad de que el futuro del retail no se imita: se construye.

















































