Sustentabilidad, seguridad operacional y diversidad organizacional se han transformado en los ejes principales de este cambio cultural, que hoy permite a la empresa avanzar con esfuerzo y compromiso hacia un rol cada vez más valioso para la logística y el transporte en la industria minera chilena.
Durante años, la logística avanzó casi por inercia: procesos exigentes, operación continua y una presión permanente por mantener todo en movimiento. Pero cada cierto tiempo aparece una empresa que decide romper el molde. CargoTrans es una de ellas.
Tres años pueden parecer poco en la vida de una empresa. Sin embargo, para CargoTrans han significado una verdadera revolución. Lo que comenzó como un proceso de diagnóstico interno se transformó en una hoja de ruta cultural que hoy no solo distingue a la compañía dentro del sector logístico minero, sino que también la proyecta como un aliado confiable, preparado y con visión de futuro para sus clientes.
La empresa cambió su cultura desde adentro, fortaleció a sus equipos, redefinió estándares y llevó la conversación más allá de transportar carga. Sustentabilidad real, seguridad operacional que se vive día a día y diversidad que abre nuevos caminos se convirtieron en los pilares de un cambio que hoy se siente tanto dentro de la organización como en la industria que observa estos avances.
Hoy, se posicionan como un socio estratégico capaz de acompañar a sus clientes en sus propios desafíos y en las transformaciones que la industria está impulsando. Y lo más interesante es que no son promesas: son resultados, certificaciones, cifras y acciones sostenibles en el tiempo que hoy posicionan a CargoTrans con una ventaja competitiva que se siente en terreno y se reconoce en la industria minera.
SUSTENTABILIDAD: CONVICCIÓN NO MODA
La historia de este pilar dentro de la empresa no comenzó con certificaciones, sino con algo más simple y poderoso: conciencia. “Partimos desde cero, haciendo campañas de reciclaje y conversando con nuestros equipos sobre la importancia de estos cambios”, recuerda Liliana Valladares, gerente HSEQ de la compañía. Esa etapa inicial fue el cimiento de una cultura que entendió que la sustentabilidad debía ser una estrategia, no una moda.
Los puntos limpios en las instalaciones no solo ordenaron un proceso: crearon hábitos. Y estos hábitos fueron abriendo camino a decisiones más ambiciosas. “Nos incorporamos al programa Huella Chile del Ministerio de Medio Ambiente y realizamos nuestra cuantificación de gases de efecto invernadero. Obtuvimos el sello de cuantificación”, relata Liliana.
Esa determinación llevó a CargoTrans a dar un paso más y sumarse al programa Giro Limpio, donde ya ha cumplido los requisitos y avanza hacia la renovación de la certificación. Además, la empresa está en pleno proceso para convertirse en Empresa B, un sello que pocos actores logísticos de la región poseen y que combina propósito, impacto y gobernanza responsable.
“Las grandes compañías piden avances en esta materia, pero nosotros queremos ir un paso más adelante. La sustentabilidad aún es optativa y por eso queremos estar listos antes que sea una condición obligatoria”, afirma Liliana.
La visión es clara: la economía circular, la eficiencia energética y la gestión responsable no solo mejoran la operación, sino que fortalecen la confianza de los clientes.
DIVERSIDAD QUE GENERA FUTURO
Si hay un ámbito donde la compañía está marcando diferencia es en la diversidad operacional, donde se atrevió a mirar el sector con ojos críticos y detectar algo que todos sabían, pero pocos abordaban: la escasez de conductores y la fuerte masculinización de la industria.
“El transporte siempre ha sido un rubro masculino. Pero cuando analizamos la falta de conductores, nos dimos cuenta de que estábamos mirando mal. El talento estaba ahí, solo había que abrir la puerta”, cuenta Yazna Hernández, subgerente de Gestión de Personas. Esta mirada contribuye a resolver un desafío clave para la logística minera.
Esa puerta se abrió con la creación de la primera escuela de conductoras profesionales de la región, un programa que no solo entrega formación, sino que acompaña, orienta y genera empleabilidad real. Una de las egresadas ya forma parte de la compañía, y el segundo ciclo para licencias A5 ya está en marcha.
“Las mujeres están listas para ingresar. La industria lo ve con buenos ojos y necesita nuevas fuerzas. Para nosotros es un proyecto vivo, que avanza con ellas y que nos conecta con la comunidad”, destaca Yazna.
SEGURIDAD OPERACIONAL COMO ESTRATEGIA DE NEGOCIO
La seguridad es otro de los pilares donde el cambio cultural ha sido más marcado. Hace algunos años, CargoTrans tenía indicadores que preocupaban a la organización. La cultura preventiva aún no estaba instalada.
“No se cambia una cultura de un día para otro. Comenzamos con un proceso de concientización profundo. Había que explicar el ‘por qué’, no solo el ‘cómo’”, recuerda Liliana. Ese enfoque llevó a generar acciones poderosas: capacitaciones significativas, jornadas completas dedicadas a la seguridad, espacios donde los conductores comparten experiencias personales y entienden el impacto real de cada decisión en ruta. Estos resultados cobran especial relevancia en faenas críticas de la industria minera, donde la seguridad operacional es un factor decisivo para la continuidad del negocio.
“La cultura se construye, día a día, con hábitos y con un involucramiento total. Hoy podemos ver los resultados: una tasa de cotización adicional de 0,68, lo que va en directa relación con la tasa de siniestralidad efectiva de la empresa, 16 meses sin accidentes con reposo”, señala la gerente de HSEQ. Este avance ha sido reconocido por la Asociación Chilena de Seguridad.
“Cuando conoces a las personas, a su entorno, y las tratas más allá del número, la seguridad mejora. Y los clientes hoy ven esa humanidad y esa profesionalización. La seguridad, en CargoTrans, no es un requisito; es una convicción estratégica. Y eso se convierte en confianza para quienes dependen de que la operación funcione sin interrupciones”, destaca Liliana.
UN CAMINO CON FUTURO Y VALOR
Esta cultura organizacional no solo responde al presente, anticipa el mañana. “Tenemos un compromiso con el futuro de la industria. Este cambio comienza hoy, pero mira hacia adelante”, afirma Yazna.
Mientras tanto, Liliana pone el horizonte en lo que viene: “Seguiremos con nuestras certificaciones y esperamos consolidar la certificación como Empresa B. En seguridad, queremos llegar a cero. Queremos ser pioneros en la región y abrir puertas a todos”.
Con estos avances, CargoTrans consolida su rol como un actor clave en la logística minera del norte de Chile, aportando valor sostenible y una cultura que marca diferencia. Logrando lo que pocas empresas de su tamaño alcanzan: entender que la operación es importante, pero la cultura es lo que trasciende. Y cuando esa cultura se construye sobre pilares sólidos, el negocio se vuelve más eficiente, las personas más comprometidas y los clientes más confiados.

















































