Para la industria de alimentos, tanto la trazabilidad como el control de temperaturas son aspectos críticos, por eso el monitoreo debe ser constante; mientras que para la industria logística los desafíos son claros: llegar en menor tiempo, disminuir los costos y tecnologizar. A pesar de que el coronavirus amenazó con interrumpir la reposición de contenedores reefer, elemento fundamental para los productos que requieren de atmósferas congeladas, los exportadores de alimentos pudieron hacerle frente para cumplir con sus compromisos. Aunque, claro, tanto en el comercio exteriror como en el ámbito local, fortalecer la cadena de frío es un desafío permanente, desde el productor hasta el usuario final.
Zonas Rojas, aplicaciones tecnológicas o medidas de comunicación asociativas son algunas de las acciones que han ocupado al mercado del transporte, en constante alerta por las altas cifras de delincuencia que afectan al rubro. El robo de camiones es, lamentablemente, un flagelo que tiene los actores del rubro y de la cadena de abastecimiento en general siempre atentos, no sólo por los importantes daños económicos que representa, sino también por sus efectos en todo el proceso logístico. No obstante, la clave para controlar esta situación no solo está en la tecnología sino en la mezcla de procesos, metodologías, sistemas, capacitación, es decir, la seguridad vista de modo integral.