Los conocidos cierres en fronteras, prohibiciones de viajes, confinamiento, y trabajo remoto, pusieron en evidencia los puntos débiles de las cadenas de suministro (CS) y obligaron a las industrias a generar soluciones innovadoras en su logística.
Contar con una logística sostenible solía considerarse como una ventaja competitiva para las empresas. Sin embargo, hoy es una exigencia por parte de los clientes, debido –en parte- a las grandes transformaciones que vive el planeta. Entre un inminente cambio climático y las obvias consecuencias del Covid-19, los mercados modernos se han encargado de asumir los efectos de su operación a nivel medioambiental y social. Pero aún falta.