El Black Friday ya no es un día, es la «Black Week»: un maratón logístico que alarga la presión sobre toda la cadena de suministro. Satisfacer este pico de demanda marca la diferencia entre el éxito y el fracaso, y es aquí donde la última milla se convierte en la protagonista.
En palabras de Cormac Bustillo, director de Operaciones de CITYlogin: “Este año esperamos gestionar durante la semana del Black Friday más de 1 millón de pedidos, incluyendo paquetería tradicional y también voluminosos.”
De la previsión al almacén: la agilidad es clave
En CITYlogin, esta previsión empieza con meses de antelación. Para dar respuesta al pico de entregas, nuestras estrategias incluyen el incremento de personal, la subcontratación de vehículos y una re-planificación exhaustiva de las rutas.
En el almacén, el tiempo de preparación debe ser mínimo. Procesos como picking o cross-docking han de estar perfectamente coordinados. En CITYlogin, nuestro sorter semiautomático tiene capacidad para gestionar hasta 2.000 paquetes por hora. Esta agilidad, vital en picos de demanda, se complementa con software de seguimiento en tiempo real.
La Última Milla: el momento de la verdad
La prueba de fuego llega en la ciudad, con las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE). Aquí, los microhubs urbanos son clave. Nuestra experiencia en Zaragoza lo demuestra: desde allí, repartimos con motos eléctricas, siendo ágiles y 100% sostenibles.
Contamos con una flota diversa de vehículos eco (furgonetas, carros y motos) que nos permite circular por los centros urbanos sin ninguna complicación, otorgándonos una enorme flexibilidad.
Como indica Cormac Bustillo: “Superar la última milla hoy en día requiere una estrategia inteligente. Para nosotros, las Zonas de Bajas Emisiones y la complejidad del centro urbano no son obstáculos, sino las reglas del juego para las que estamos preparados. El resultado es una empresa de última milla que no solo respeta la ciudad, sino que es más rápida y fiable. Esa es nuestra garantía.”
La resaca del éxito: las devoluciones
Finalmente, el pico de ventas trae consigo el pico de devoluciones. La logística inversa es el último desafío. Una gestión eficiente de inventarios y el análisis de datos son vitales para predecir tendencias y gestionar este flujo.
En definitiva, el Black Friday es una carrera de fondo. La victoria no la consigue solo quien vende más, sino quien mejor lo entrega.















































