Chile continúa liderando la minería mundial: produce el 24% del cobre global, posee el 19% de las reservas, y es actor estratégico en litio con un 20% de participación y cerca del 30% de las reservas internacionales. La minería representa el 10% del PIB, genera 200 mil empleos directos, 700 mil indirectos y explica el 60% de las exportaciones del país.
En tanto, la Agencia Internacional de Energía proyecta un crecimiento de 40% en la demanda de cobre y un aumento de seis veces en la demanda de litio hacia 2040. Este incremento está impulsado por la transición energética (energías renovables, descarbonización, almacenamiento), la electromovilidad (autos y drones eléctricos) y la digitalización y electrificación (creciente necesidad de conductores, baterías e infraestructura eléctrica).
UNA GRAN INVERSIÓN EN PROYECTOS
Este escenario de cambios y proyecciones de crecimiento ha impulsado una importante cartera de proyectos mineros y energéticos para los próximos años.
Según la base de Portal Minero (octubre 2025), Chile registra US$ 225.571 millones en proyectos de minería y energía:
- Energía: US$ 137.696 millones
- Minería: US$ 87.875 millones
El 93% de los proyectos energéticos y el 82% de los mineros se encuentran activos.
A nivel territorial, la concentración se enfoca en el norte grande. En energía, Antofagasta (29,48%) y Tarapacá (4,44%) reúnen más del 33% de los proyectos activos del país. En minería, la concentración es aún mayor: Antofagasta (43,06%), Atacama (26,12%) y Tarapacá (5%) representan más del 74% de la inversión activa.
Esta distribución confirma que no falta cartera, pero sí abundan los cuellos de botella, especialmente asociados a permisos y tiempos de ejecución.
Pero los desafíos se intensifican. Aunque el Banco Central proyecta un crecimiento del PIB de 1,5% a 2,5% en 2026, y Cochilco anticipa una producción 2,5%–3% superior a la de 2025, la SONAMI advierte una caída cercana al 20% en la inversión minera en 2026, principalmente por: retrasos en permisos, mayor costo operativo, incertidumbre regulatoria. No falta cartera, faltan condiciones para ejecutarla. Y aquí la logística tiene un rol importante.
LA MINERIA MUEVE LA ECONOMÍA, LOGÍSTICA MUEVE LA MINERÍA
Si 2026 muestra una inversión más contenida, también puede ser una ventana de tiempo perfecta para preparar la logística que demandará el ciclo de proyectos de los próximos años.
Con las cuatro cadenas logísticas de la minería activas al mismo tiempo; abastecimiento operacional, exportación de materia prima, logística inversa y abastecimiento de proyectos, el sistema podría enfrentar una presión operacional difícil de sostener sin preparación.
Esta ventana permite fortalecer capacidades clave para no sacrificar seguridad, estándar ni disponibilidad en los peaks operacionales que se aproximan.
Cuatro tareas urgentes para los líderes logísticos
- Formar y certificar a los proveedores: Aumentar la disponibilidad futura exige preparar hoy a los equipos y empresas logísticas en estándares mineros, seguridad y cumplimiento normativo.
- Digitalizar con propósito (IoT, datos e IA): La industria muestra una necesidad en sus proveedores cada vez más de IoT, Big Data, IA y Blockchain aplicados a la logística.
- Sinergia inteligente entre 3PL y 4PL: La coexistencia de ambos modelos potencia resultados, el 4PL eleva el estándar del 3PL, el 3PL empuja al 4PL a competir en eficiencia y el mandante obtiene mejor relación precio–calidad–riesgo.
- Poner la sostenibilidad en el centro de la operación: La presión por reducir emisiones, avanzar hacia una logística más verde y mejorar la gestión de residuos será cada vez más intensa.
Chile tiene la cartera, la demanda global y el potencial; Pero para aprovechar esta oportunidad, la logística minera debe anticiparse. El 2026 puede ser un año de preparación estratégica para el ciclo de proyectos que se vienen.
En definitiva, la minería chilena está frente a un punto de inflexión: el mundo demandará más cobre, más litio y más certezas, y la forma en que gestionemos hoy nuestra logística determinará cuánta de esa oportunidad podremos capturar mañana. No basta con tener recursos ni proyectos en carpeta; necesitamos una logística capaz de acompañar el crecimiento, reducir fricciones, acelerar la ejecución y elevar los estándares de seguridad y sostenibilidad. Anticiparse a este escenario es estratégico.
La verdadera competitividad de Chile no solo se juega en la roca o en el mercado, sino en la capacidad de mover con precisión, eficiencia y visión cada componente que permite que esa minería ocurra.
Patricio Andrés Salvo S, Gerente General en Logística Cargotrans Y Director de Dirección Corporativa grupo GS.















































