El éxito no se mide en clics, sino en la capacidad de cumplir con excelencia lo que se promete al cliente. Cuando la competencia es intensa y las expectativas del consumidor crecen cada día, marcar la diferencia exige mucho más que una buena plataforma o una estrategia de marketing efectiva. La verdadera distinción nace de la consistencia, la precisión y la calidad con que una marca ejecuta cada paso de su operación online.
A pesar del avance tecnológico y del creciente uso de algoritmos e Inteligencia Artificial para optimizar rutas y tiempos de entrega, el comportamiento humano sigue siendo un eslabón clave -y a veces impredecible- en la cadena logística, especialmente en la última milla. ¿Cuánto influyen factores como la experiencia o la disposición de los repartidores en la calidad del servicio?