La mega auditoría anunciada por la Contraloría a puertos y aduanas en 10 regiones del país es un síntoma claro de un problema mayor: La logística internacional de Chile sigue operando con estructuras de control propias del siglo pasado.
El hallazgo de irregularidades, equipos críticos que no siempre funcionan y procesos fragmentados no debería sorprendernos; lo preocupante es que en pleno 2025 sigamos confiando la competitividad de nuestro comercio exterior a sistemas que dependen más de voluntades individuales que de tecnología integrada.
Chile no puede aspirar a ser un hub regional mientras el ingreso y salida de mercancías se fiscaliza con herramientas intermitentes y procedimientos manuales. La transparencia, trazabilidad y eficiencia que hoy demandan las cadenas globales no se logran con auditorías puntuales, sino con plataformas digitales, interoperabilidad y automatización real.
La pregunta de fondo no es si la auditoría encontrará irregularidades (eso es casi seguro), sino si tendremos la valentía política y empresarial de transformar este “parche” en una modernización de fondo.
Gabriel Gurovich, Chief Evangelist Officer, KLog.co