CÓDIGOS DE BARRAS: 50 AÑOS DE LA TECNOLOGÍA QUE MODERNIZÓ LA LOGÍSTICA MUNDIAL

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Nada hacía presagiar que lo que dio sus primeras luces como un desafío para un estudiante estadounidense se transformaría, finalmente, en una herramienta fundamental para el desarrollo de la cadena de suministro global, por su aporte en materia de gestión, trazabilidad, optimización y control de los procesos. Los códigos de barra cumplen hoy medio siglo y la industria reconoce su aporte.

Pocas soluciones tecnológicas han logrado la amplitud de beneficios y han destacado por su capacidad de adaptarse a distintos procesos como lo han hecho los códigos de barra. A 50 años de su aparición, este innovador sistema se ha transformado en uno de los pilares centrales del desarrollo e innovación de la cadena de suministro.

Lo que surgió como un mecanismo de identificación y control específico se ha transformado finalmente en una herramienta de usos avanzados y sofisticados que van más allá, apuntando a la trazabilidad, la gestión de inventario, la optimización del almacenamiento, la gestión de activos, entre muchas otras funciones.

Vivimos tiempos en que la tecnología avanza a gran velocidad y donde lo que hoy se destaca por su innovación, al poco andar da paso a nuevos desarrollos que se posicionan como “novedad”. Sin embargo, a pesar de este vertiginoso ritmo, es importante destacar a aquellas que han marcado hitos y han pavimentado caminos de desarrollo en la cadena de suministro, tal es el caso de los códigos de barras; tecnología que ha sabido relacionarse con otras soluciones, como sistemas de información en tiempo real y sistemas de identificación por radiofrecuencia (RFID), permitiendo una gestión logística más inteligente y automatizada en la cadena de suministro global.

Una de las mejores forma de recorrer lo que han sido estas cinco décadas de desarrollo es ahondar en las actuales utilizaciones de los códigos de barra:

Trazabilidad y visibilidad: Los códigos de barras se utilizan para rastrear productos y componentes a lo largo de toda la cadena de suministro, desde su origen hasta su destino final. Esto permite una mayor visibilidad y transparencia en los flujos de productos, lo que ayuda a identificar y resolver problemas de manera más eficiente.

Gestión de inventario: Los códigos de barras son fundamentales para la gestión de inventarios. Con su ayuda, se pueden llevar registros precisos y actualizados de los niveles de existencias, lo que facilita una reposición oportuna y evita la falta de productos o excedentes innecesarios.

Optimización del almacenamiento y picking: En los almacenes y centros de distribución, los códigos de barras se utilizan para organizar y optimizar el almacenamiento de productos. Esto se logra mediante sistemas de gestión de almacenes (WMS) que guían a los operarios en el proceso de picking y packing, minimizando el tiempo y los errores en estas operaciones.

Gestión de activos: Los códigos de barras se utilizan para etiquetar y realizar un seguimiento de activos de valor en la cadena de suministro, como equipos, maquinaria y contenedores. Esto ayuda a garantizar su mantenimiento adecuado, ubicación y disponibilidad.

Prevención de falsificaciones: Los códigos de barras inteligentes y sistemas de autenticación avanzados, como el EPC (Código de Producto Electrónico) y otros códigos de barras con cifrado, se utilizan para prevenir la falsificación de productos y garantizar la autenticidad de los artículos a lo largo de la cadena de suministro.

Cumplimiento normativo y trazabilidad alimentaria: En la industria alimentaria, los códigos de barras se utilizan para garantizar el cumplimiento de las regulaciones y para asegurar la trazabilidad de los productos desde el campo hasta la mesa. Esto es especialmente importante para identificar rápidamente y aislar productos en caso de problemas de seguridad alimentaria.

Optimización del transporte y distribución: Los códigos de barras se aplican en etiquetas de envío y embalaje, lo que permite una gestión más eficiente del transporte y la distribución, al facilitar la identificación y clasificación rápida de los productos para su entrega en el destino correcto.

CÓDIGO DE BARRA Y LOGÍSTICA

Con los años, el código de barras comenzó a tener un impacto significativo en la logística a partir de la década de 1970 cuando se implementó ampliamente en el sector minorista y en la cadena de suministro. Con el desarrollo del código de barras UPC (Código Universal de Productos) y la tecnología de lectura óptica, se abrió la puerta a una mayor automatización y precisión en el seguimiento y registro de productos.

Para entender cómo el código de barras ha transformado la logística es clave identificar su aporte en distintos procesos como: control de inventario, recepción y expedición, seguimiento de envíos, reducción de errores y optimización de la cadena de suministro.

La evolución de esta solución en la logística ha estado marcada por una mejora constante en la capacidad de almacenar información, una mayor integración con sistemas de información y el desarrollo de tecnologías de lectura más avanzadas. Estas mejoras han contribuido significativamente a la optimización y eficiencia en las operaciones logísticas, facilitando la trazabilidad y la gestión de inventarios a lo largo de toda la cadena de suministro.

El mercado chileno también se abrió a esta tecnología, ganando eficiencia en la operación y control en su gestión. Hoy en día, el código de barras sigue siendo una herramienta esencial en la logística y en diferentes sectores de la economía chilena. Su uso continuo y la evolución de la tecnología han contribuido a la optimización de las operaciones comerciales y logísticas en el país.

Asimismo, la adopción de estándares internacionales ha permitido una mayor integración con el comercio global y ha impulsado el crecimiento de las empresas chilenas en un entorno cada vez más conectado y competitivo.

EL ATERRIZAJE EN CHILE

A fines de 1989, la prensa nacional  hablaba de los códigos de barras como una tendencia innovadora. Se celebraba además una exitosa conferencia denominada “Código de barras: una estrategia para el desarrollo”, cuyo orador fue Stuart Itkin, director de marketing de Symbol Technologies y organizado por la compañía nacional Asicom Internacional S.A. (AISA), donde participaron 200 personas.

Por otra parte, supermercados Unimarc incorporaba los primeros lectores de códigos de barras a las cajas registradoras, siendo el único supermercado en Chile con esa tecnología, cuyo proveedor fue AISA.  Así se iniciaba la década del 90 en Chile, la cual será recordada en gran medida por el desarrollo del retail nacional, la incorporación de tecnologías en distintas actividades y el cambio de foco del comercio chileno que poco a poco fue abriéndose al mundo.

Para , en parte, la historia de esta tecnología y su desarrollo en Chile conversamos con Patricio Berstein, fundador de AISA, quien está convencido que “siempre hay que ir un paso adelante” y eso fue lo que lo llevó a potenciar esta innovadora solución en el mercado nacional.

Tras una exitosa etapa laboral en Canadá (20 años), Berstein regresa a Chile el año 89 y el 90 da vida a AISA, cuya definición de negocio era la captura de datos en el punto de origen. A partir de eso, tenemos dos vertientes, una centrada en el comercio con sistemas de punto de venta, cajas registradoras y software y la otra, basada en códigos de barras que son captadores de datos portátiles”, recordó Patricio.

“Vender soluciones computacionales no es como vender cualquier bien. A ello está asociado siempre un cambio de mentalidad y en este caso fue la demanda de automatización en los diversos procesos”, agregó.

En una entrevista en 1990, Patricio Berstein hablaba de nuevas oportunidades de negocio, como el desarrollo de códigos de barra bidimensionales: “imaginemos lo que se podrá hacer con ellos, se podrá almacenar el doble de información en cada código. Es necesario ir siempre un paso más adelante, podemos pensar en las aplicaciones prácticas, en las cédulas de identidad, por ejemplo”.

Con los años, Patricio cumplió sus aspiraciones y proyectos y recuerda aquí parte de esta historia, donde fue protagonista en el mercado chileno.

¿Cómo llegó esta tecnología a Chile? Formé una empresa en sociedad con ASICOM , la que llamamos Asicom Internacional S.A.  (AISA), tomando la representación de la empresa norteamericana Symbol Technologies, líder en lectores de códigos de barras para retail, fundada en 1973, ya que yo recién había retornado a Chile, después de más de  dos décadas. Con esto, ingresamos al mercado chileno dando a conocer el alcance de esta tecnología.  

¿Cuáles fueron los usos con los que se presentó esta tecnología en la logística? Inicialmente la tecnología de código de barras estaba orientada a los puntos de venta para identificar el artículo que el comprador trae, para luego pasar a aplicarse en los centros de distribución para identificar la mercadería que se recibe, se almacena y se retira de las estanterías para preparar el despacho, registrando sus movimientos hasta la carga de vehículo de transporte, reduciendo significativamente los errores y el tiempo en la recepción de mercadería y la posterior preparación de pedidos y el despacho. 

¿Cuál fue el hito más importante como empresa? Uno de los código de barras introducidos en Chile por nosotros es el código bidimensional, el que presentamos al Registro Civil, quienes lo incorporaron en las cédulas de identidad.

¿Cómo evolucionaron los códigos de barras? Actualmente los códigos de barras están siendo aplicados en numerosas aplicaciones, ya que permiten leer información muy rápido y sin errores, incluyendo acceso a sitios web, identificación de maquinarias, partes y piezas, números de serie, tickets, etc., etc., etc.
 
Así, hoy en día, el código de barras sigue siendo una herramienta presente y esencial en la logística, y su aplicación se ha extendido a diversos sectores industriales, incluyendo la fabricación, la atención médica, transporte público y el comercio electrónico. Su desarrollo ha sido parte fundamental de la modernización de la logística global, siendo el puntapié inicial de los procesos de automatización que han marcado las últimas décadas de esta industria.

Su éxito, en tanto, radica en su simplicidad, eficiencia y la capacidad de integrarse con las tecnologías de información, lo que ha revolucionado la forma en que se gestiona y mueve bienes a lo largo de la cadena de suministro.

EL PRIMER ACERCAMIENTO DE UNA LARGA HISTORIA

La historia del código de barras se remonta a 1940, cuando se buscaban métodos eficientes para automatizar los procesos de venta y control de inventario en las tiendas y supermercados. El desarrollo del código de barras se atribuye principalmente a dos personas: Norman Joseph Woodland y Bernard Silver.

En 1948, Silver, un estudiante de posgrado en Drexel Institute of Technology (ahora conocida como Universidad Drexel) en Filadelfia, Estados Unidos, se encontró con un problema mientras estaba de visita en una tienda local. El propietario le preguntó si podía inventar un sistema automático que pudiera leer información de manera rápida y precisa sobre los productos vendidos en su tienda. Esta pregunta motivó a Silver a buscar una solución.

Junto con su compañero Norman Joseph Woodland, quien también era estudiante en Drexel, comenzaron a trabajar en el concepto de un código que pudiera ser leído por una máquina de forma automática. La primera idea que tuvieron fue basarse en un sistema de líneas y puntos similar al código Morse. Sin embargo, pronto se dieron cuenta de que esa idea no era factible debido a las limitaciones tecnológicas de la época. En 1952, a Woodland se le ocurrió que podrían utilizar un patrón de líneas en forma de círculos concéntricos que podrían ser leídos por una máquina en cualquier orientación. Así nació el concepto del código de barras moderno.

Aunque habían inventado el código de barras, su idea inicial no se implementó ampliamente, debido a las limitaciones tecnológicas de la época y la falta de sistemas de escaneo y procesamiento de datos adecuados. Así que no fue hasta la década de 1970 cuando el código de barras comenzó a ganar popularidad con el desarrollo de tecnologías láser y sistemas de lectura óptica.