AGILIDAD LOGÍSTICA: ¿QUÉ ES Y CÓMO SE INCORPORA EN LA OPERACIÓN DE LAS EMPRESAS?

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El crecimiento del ecommerce, los avances de la tecnología, el rol que juega la sustentabilidad, los bruscos cambios en la economía y en el mercado y el desafío de mantener una cadena de suministro ininterrumpida. ¿Es posible contar con una agilidad logística en un contexto tan volátil y disruptivo? Dos empresas de última milla y una dirigida a la carga industrial cuentan cómo han avanzado en su logística y cómo han superado los obstáculos propios del escenario actual.  

Se adapta a las fluctuaciones del mercado rápidamente, implica la participación activa y decidida de los stakeholders de la empresa y se enfoca en minimizar el proceso entre el envío y la recepción de la carga, logrando así reducir los tiempos de entrega. Las tres aseveraciones son parte de una amplia definición para entender lo que es la agilidad logística aplicada a la operación nacional. Todas ellas según el punto de vista de distintos expertos provenientes de distintas empresas. 

Mauricio Parot SAMEXRelacionado a las fluctuaciones del mercado, para Mauricio Parot, Gerente General de Samex, -empresa dirigida a la carga industrial- la agilidad logística implica poder ofrecer nuevos servicios e implementarlos en periodos cortos, manteniéndose competitivo ante los cambios contextuales: “La complejidad está en poder equilibrar, por un lado, los gastos de tener una organización y una operación sobredimensionada para mantener los niveles de servicios establecidos sin dejar de ser competitivos en el mercado y, por otro lado, la mejora continua en automatización de procesos con ayuda de tecnología e innovación, la que debe ser sostenible en términos monetarios según la economía del negocio”.

En el caso de Álex Sánchez, Gerente de Desarrollo y Proyectos de Llegó –empresa de última milla- el apellido agilidad para la logística no es precisamente sinónimo de rapidez, más bien es un concepto amplio que involucra la colaboración de los stakeholders en cada una de las problemáticas o desafíos que la empresa debe enfrentar: “Abarca desde una mejora que se le quiera realizar a un proceso existente con el objetivo de mejorar algún indicador particular, como la productividad, hasta un requerimiento que provenga de un nuevo cliente, quien espera no solo que seamos capaces de cursar dicho requerimiento, sino que también lo hagamos bien, que lo hagamos rápido e idealmente que seamos exitosos en el primer intento”, señala.

Cristobal Miranda StarkenStarken es más preciso y lo apunta por completo a su rubro, señalando que la agilidad logística es aquella que minimiza el proceso entre el envío de un producto y su recepción, lo que quiere decir una disminución en los tiempos de entrega: “Definitivamente alcanzar esta agilidad es un desafío complejo para una empresa del tamaño y con la cobertura de Starken. Sin embargo, la transformación digital y proyectos de innovación abierta – donde trabajamos en conjunto con Startups- nos permiten alcanzar esta flexibilidad y agilidad que necesitamos. Un ejemplo es el servicio Same Day, donde recibimos y entregamos en menos de 12 horas y que hoy tenemos en el mercado junto a la startup Chazki”, cuenta Cristóbal Miranda, Gerente de Planificación y Desarrollo de la reconocida última milla.

Tecnología, un must en la agilidad logística

Pero lo que el trío de expertos sí comparte a la hora de hablar de agilidad logística es en el rol que juega la tecnología al modificar los procesos o cadenas logísticas de las empresas para las nuevas demandas del consumidor. Sin duda, es un factor fundamental mirado desde, por ejemplo, la generación de datos. El uso correcto de la tecnología permite buscar y analizar decisiones más eficientes para la industria, mientras – a su vez- permite la reducción de procesos manuales que ralentizan la operación. “Los softwares de optimización de ruta para las operaciones más complejas son ‘el desde’ para el uso óptimo y eficiente de la flota, permitiéndonos realizar mayor cantidad de entregas con menores emisiones de CO2”, dice Parot, sin dejar de mencionar los desafíos que se presentan al hablar de movilización de la carga: “La distribución o última milla con vehículos convencionales también se puede optimizar con tecnologías que vayan ayudando en la conducción eficiente, siempre de la mano con buenos estándares de motores de combustión interna. Pero el gran salto es utilizar energías que no vengan de combustibles fósiles. Incorporar maquinarias eléctricas dentro de las operaciones hoy en día es una realidad, y nosotros como Samex no estamos ajeno hacia una operación cada vez más sostenible para el medio ambiente”.

Alex Sanchez LlegoEs un hecho que la tecnología influye en los procesos y labores. Hoy es difícil imaginar cómo era planificar rutas de despacho de forma manual, sin sistemas de gestión como los WMS y TMS. Siguiendo el tema de la electromovilidad, para Álex Sánchez “el hidrógeno verde como fuente de energía también tendrá un rol importante en la distribución de larga distancia. Cada nueva tecnología comienza de forma ‘temerosa’ a incorporarse en las labores del día a día, y algunas de ellas prosperarán y otras quedarán atrás. Esto modificará conductas, haciéndonos más eficientes y productivos”, reflexiona.

Un claro ejemplo de lo que es aplicar alta tecnología en la logística es lo realizado por Starken, quienes poseen una sucursal 24/7, full robotizada, que además de entregar un servicio único en Chile, “tiene un foco sustentable, ya que colabora al reducir el impacto ambiental de la operación de la última milla. Proyectamos que durante 2023 pueda escalar a nivel nacional”, aclara Cristóbal Miranda. Innovaciones como esta hicieron a Starken merecedor del primer lugar en el Ranking Most Innovative Companies dentro de la industria logística.

Logística con alternativas innovadoras

En el caso de Samex, y como parte del desarrollo de una logística ágil, la compañía está enfocada en mejorar la información catalogada como el core del negocio, con el fin de poder tener mejor calidad de data. Sin embargo, con la información que cuentan hoy en sus sistemas, “vamos haciendo seguimiento continuo a la ocupación de nuestra flota y podemos optimizar los procesos y flujos de carga internos, analizando el comportamiento de emisión de carga del cliente para la planificación y/o mejoras en el proceso. Nos permite también realizar un levantamiento de clientes con problema de dimensionamiento de carga para capacitar y mejorar el proceso de toma de medidas e identificar la carga de los clientes más susceptibles al daño por manipulación, para aplicar medidas preventivas o mejoras en el material de estiba”, especifica Parot.

Enfrentar este nuevo escenario de big data & data science implica estudios, y bien lo saben desde Llegó, equipo que se está preparando académicamente para enfrentar de la mejor manera un panorama que avanza a pasos agigantados. Respecto al uso de soluciones energéticas alternativas en sus operaciones, “llevamos más de un año operando una flota eléctrica de 15 vehículos que recorre 150 km al día, más una logística en bicicleta que suma 260 km diarios con excelentes resultados en la Región Metropolitana. Además, estamos evaluando proyectos para operar en otras regiones, lo que genera el desafío adicional de sortear la autonomía que los vehículos eléctricos tienen como característica”, cuenta Sánchez.

¿Cómo garantizar la resiliencia de la cadena de suministro?

Por muy repetitivo que sea, el boom y la irrupción del ecommerce, además del impacto provocado por la pandemia, transformaron la logística, generando una nueva necesidad en las empresas de reparto, las que tuvieron que adaptar sus procesos y el transporte frente a las exigencias del consumidor. Sostenibilidad fue otro término que surgió y que llegó para quedarse, siendo un factor de suma relevancia para toda empresa, al ser una importante consideración para los clientes a la hora de decidir. Por lo mismo, la inversión en desarrollo e implementación de soluciones que optimicen la logística y el tiempo se vio reflejado no tan solo en un aumento de las flotas, sino que también en una autoevaluación de cada uno de los procesos de la cadena de suministro.

De este modo, cada empresa obtuvo enseñanzas y reflexionó. Para Starken, “la pandemia nos dejó una gran lección que hoy nos permite garantizar la cadena de suministro en un ambiente VUCA (volatility, uncertainty, complexity y ambiguity) como el que estamos viviendo. En nuestro caso, la transformación digital, el trabajo colaborativo y la permanente innovación, nos ha llevado no solo a garantizar esta resiliencia, sino que nos ha permitido posicionarnos como líderes en innovación dentro de una industria tan competitiva como la nuestra”, señala Sánchez.

Para Samex, tener los procesos claros de la empresa es hoy la medida fundamental para garantizar la resiliencia de la cadena de suministro, “además de contar con tecnología de rápida adaptación en la primera línea de la logística, al ser la primera en recibir el estrés ante una disrupción del proceso. Contar también con un plan de mejora continua y automatización constante de procesos permitirá estar mejor preparados para estabilizar rápidamente la operación, así como tener métodos de integración hacia el cliente para facilitar la comunicación y flujo de información. Es necesario contar con indicadores que nos permitan visualizar de forma previa un posible escenario futuro para una planificación anticipada”, enfatiza Parot.

La clave para ser una empresa resiliente es tener una estructura que se apoye en tres pilares fundamentales, según Llegó: los sistemas, los procedimientos y las personas. “Los sistemas deben ser capaces de soportar aumentos extraordinarios de transacciones, sin aumentar los tiempos de respuesta, tal y como fue requerido durante el peak de la pandemia. Los procedimientos deben contemplar la elasticidad precisa que nos permita ser lo suficientemente rígidos como para no perder precisión, y al mismo tiempo, lo suficientemente flexibles para ser capaces de absorber nuevos requerimientos de parte de nuestros clientes, lo que es un desafío en sí mismo. Finalmente, y lo más importante, las personas, quienes son las que, con sus competencias y compromiso, nos permiten ir regulando las distintas variables y ajustando nuestra cadena de suministro para adecuarnos a cualquier condición externa”, explica Sánchez.

Como parte de un análisis más profundo, DHL realizó la sexta edición de su Radar de Tendencias de Logística, un estudio de 40 tendencias que van a marcar el camino que deberán seguir las empresas y las tecnologías en lo que implica la logística global de los próximos 10 años. “Lo acontecido en estos últimos dos años ha ilustrado la importancia de contar con cadenas de suministro y redes logísticas sólidas. Por eso estamos viendo que la logística pasa de ser una discreta operación administrativa a convertirse en un activo estratégico y una fuente de valor”, declaró Katja Busch, Commercial Officer DHL y responsable de DHL Customer Solutions and Innovation.

En el análisis, uno de los puntos destacados fue, precisamente, la resiliencia de la cadena de suministro. Según DHL, la clave para lograr una cadena resiliente es tener visbilidad. Así,  el análisis de los big data revela conductas o patrones anteriores. Sumado a eso, permite identificar cambios en tiempo real respecto al orden establecido. Gracias al big data, se puede predecir y prever lo que depara el futuro. Es decir, las empresas que van en línea con esta tendencia y que obtienen los mayores beneficios para sus cadenas de suministro son las que logran analizar grandes cantidades de datos desestructurados y acumulados a gran velocidad.

Desafíos logísticos

La automatización, la planificación de las rutas y la digitalización de la documentación son tan solo tres de los tantos desafíos y mejoras a aplicar en la logística. ”El éxito de sortear estos desafíos correctamente estaría en la planificación, minimizando las distancias a recorrer por cada vehículo que se encuentre en ruta, teniendo en consideración todas las restricciones que podrían hacer fracasar la entrega efectiva de un pedido en el primer intento. Por ejemplo, la correcta georreferenciación de cada punto de entrega o las ventanas de atención declaradas por cada cliente”, detalla Sánchez según lo ejecutado por Llegó.

Mejorar los materiales de manipulación de carga para reducir los daños y mermas, generar un plan de conducción eficiente para reducción de las emisiones co2 y aplicar procesos de optimización de ruta para los retiros y entrega de encomiendas son los desafíos que, a diario, trabaja Samex, “además de contar con un plan de integración de información del cliente para tener mejores predicciones de la demanda de flota. Así, podemos ser efectivos en el cumplimiento de traslado de carga y no quedar subdimensionados o sobredimensionados operativamente, encareciendo los costos o afectados por costos de oportunidad al no cumplir”, sentencia Parot.

No cabe duda que la industria presenta grandes desafíos: “Tenemos una alza del dólar, una alza del combustible, recursos energéticos, entre tantos otros factores. Esto nos obliga a todos a ser cada vez más eficientes en nuestros procesos y en la cadena de distribución, para poder no solo seguir entregando el mismo servicio a nuestros clientes, sino que podamos entregar un servicio cada vez mejor, con una mejor experiencia para seguir conectando a todo chile”, concluye Miranda desde Starken.

Así como la descarbonización y las soluciones energéticas tendrán un fuerte impacto en la transformación de la logística según el Radar de Tendencias de Logística elaborado por DHL, la automatización y la eficiencia son dos factores que las empresas deberán utilizar a su favor para elevar la productividad y hacer frente a la creciente demanda de los consumidores. Una de las tendencias más relevantes arrojadas por el estudio fue el uso de robots móviles y fijos de interiores para ayudar al personal en terreno, desplazando mercadería o cargando contenedores. Según lo analizado, será imposible imaginar la logística sin procesos automatizados que empleen robots colaborativos.

Por Carola Hidalgo Lara