De la misma manera en que el comercio B2C ha avanzado hacia la transformación digital, es necesario que el comercio B2B entienda la necesidad de realizarlo, considerando las diferencias que pueden tener, en términos de estrategias y herramientas de omnicanalidad necesarias para lograr arquitecturas robustas que permitan una operación unificada.
“Dónde comprar el producto? ¿Dónde lo puedo recibir? ¿el producto estará en Internet? ¿En Internet tendrá el mismo valor? Estas son algunas de las interrogantes que día a día se hacen millones de consumidores al momento de adquirir un producto. Sin embargo, una estrategia se ha presentado, en los últimos años, como la respuesta a estas preguntas: la omnicanalidad logística llegó a definir la forma en que las empresas interactúan con sus clientes, a través del servicio y el comercio.