PROYECCIONES ECONÓMICAS PARA EL CHILE DE 2021

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Las tensiones sociales y políticas relacionadas con los procesos electorales y la discusión constitucional impactarían tanto a la inversión, como al empleo. No obstante, los economistas auguran un crecimiento cercano al 4% y un mejor escenario si la vacuna para enfrentar al coronavirus está lista para mediados de año.

La economía chilena sigue resistiendo los embates de la crisis sanitaria y, aunque las condiciones financieras internacionales han permanecido relativamente favorables, la incertidumbre no nos abandona. “El sistema financiero local ha logrado soportar una coyuntura particularmente desafiante, en parte, gracias a las medidas excepcionales de apoyo al crédito, la liquidez y la gestión de riesgos en los mercados adoptadas por las autoridades”, sostuvo el presidente del Banco Central de Chile, Mario Marcel, al presentar el Informe de Estabilidad Financiera del segundo semestre de 2020 ante la Comisión de Hacienda del Senado.

En este escenario, ¿qué podemos esperar para el próximo año? El doctor en economía y director de postgrados de la UTEM, Roberto Contreras, anticipa un crecimiento determinado por el nivel de caída del presente año y expectativas menos negativas a las establecidas en junio. “Desde ese punto de vista, se espera un repunte de 4 % a 4,5% para 2021, tras una caída cercana al 4,8% para este año, con un repunte de sectores que han estado paralizados como el turismo, el comercio y el trasporte aéreo”, explica.

Coincide con esta estimación el director de la Escuela de Administración y Economía de la Universidad Católica Silva Henríquez (UCSH), Cristián Gutiérrez, quien cree que en un escenario optimista, es decir, con una vacuna disponible para amplios sectores de la población a partir del segundo semestre del próximo año, en términos generales la economía debería crecer en torno al 4%, guiada especialmente por el aumento de las exportaciones. 

Los costos de la crisis

“La gran duda es cuanto de esto se trasladará al mercado interno y cómo se modificará la estructura productiva post pandemia. Hoy los costos de la crisis lo están pagando las personas de diferentes maneras: pérdida de empleo, cierre de pequeños negocios o desvalorización de su capital, reducción de sus cuentas del seguro de desempleo, reducción de sus cuentas previsionales individuales, etc.”, añade Cristián Gutiérrez.

En este contexto, el académico de la UTEM, Roberto Contreras, espera altas tasas de desempleo por un buen período de tiempo, así como bajas presiones inflacionarias determinadas por una abundante fuerza de trabajo desocupada, que mantendrá los salarios estancados. Según académico y ex decano de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile, Manuel Agosin, dependemos de la vacuna. “Sin ella, vamos a tener bastante desempleo. Por suerte, parece que la vacuna de Pfizer ya está en sus últimas etapas y las últimas pruebas han sido muy buenas. Si tendremos el acceso a ella, que el Presidente Piñera anuncia, será muy bueno para el empleo”, estima.

En tanto, el académico de la UCSH, Cristián Gutiérrez, teme que -pese a las cifras macroeconómicas positivas- la salida de la crisis será “lenta, muy costosa y con impactos de gran alcance en el tiempo”. Por su parte, el economista y académico de la Facultad de Economía y Negocios de la UNAB, Víctor Valenzuela, afirma que, en un escenario de incertidumbre, con la inestabilidad social aún vigente, la regla es que la inversión se detiene y, además, se reduce. “Veremos desinversión en muchos sectores, provocadas por la posibilidad de que cambiarán las reglas del juego luego del plebiscito. Eso porque el capital es cobarde y huye con los problemas. Sin inversiones ninguna nación puede mejorar, por lo que ahora vendría una caída o espera de la inversión”, comenta.

El aumento del gasto fiscal añade Valenzuela, anticipa que seremos “peores pagadores de deudas”, lo cual se refleja en el riesgo país. Asimismo, Chile está supeditado a lo que ocurre en el mundo. La disponibilidad de vacunas o los rebrotes del Covid-19 son riesgos sistemáticos y, a esto, el profesor de la UNAB agrega “el conflicto en La Araucanía, la debilidad del Gobierno, la sobreactuación del Congreso, los eventuales cambios en el orden vigente para el estado de derecho, dificultades para control de la delincuencia y eventuales populismos”.

Efecto plebiscito

Inevitablemente, dependemos de la evolución de la pandemia y las medidas de contención que se apliquen y, sin duda, de la vacuna que todos esperamos para 2021. “En caso contrario, la crisis económica puede mantenerse y sus efectos ser más severos y duraderos”, dice el profesor de la UTEM, Roberto Contreras, quien también cree que las tensiones sociales y políticas relacionadas con los procesos electorales y la discusión constitucional tendrán efecto sobre la inversión y el empleo.

Sin embargo, la salida de la región de algunas de las grandes empresas no puede atribuirse a situaciones políticas. “La razón es la incertidumbre y la ausencia de liderazgos que puedan dar claridad”, señala el académico de la UNAB, Víctor Valenzuela, quien enfatiza que el capital, a diferencia del trabajo, tiene movilidad: siempre estará donde calienta más el sol.

En este aspecto, el especialista en finanzas rememora la década de los ochenta, conocida como la década perdida de Latinoamérica, donde las dictaduras fueron sinónimo de incertidumbre. Ahora, Valenzuela vislumbra populismos en el horizonte de nuestra región y afirma que “los avances reales nunca han aparecido en manos de los populistas”.

En medio de los codazos por la popularidad y los puntos en las encuestas, se ubican los retiros del 10% de los fondos previsionales, un espejismo de reactivación de la economía, según el profesor de la UNAB. “Esto sólo aumenta la actividad en el corto plazo, pero está lejos de ser una inversión o motor de la economía. Diríamos que es un Gatopardo: todo cambia para quedar igual. En finanzas, se conoce también como el "rebote de gato muerto": si tiro un gato muerto del piso décimo rebota en el pavimento y algunos dirán: ¡milagro, el gato está vivo!”, argumenta.

Contexto Internacional

A nivel internacional, nuestro país no solo pone los ojos en Estados Unidos. Asia es muy importante para nuestra economía. En este contexto, el director de postgrados de la UTEM, Roberto Contreras, recuerda las tensiones comerciales que afectaron a la economía mundial durante 2019. “Una recuperación de la economía mundial y una reactivación del comercio mundial impacta en el precio de las materias primas, afectando a nuestro país y a la región (América Latina). De esta forma, la mayor actividad económica en la región, permite un mayor nivel de intercambio comercial, siendo el sector manufacturero nacional el más beneficiado”, explica.

En este sentido, el director de la Escuela de Administración y Economía de la Universidad Católica Silva Henríquez (UCSH), Cristián Gutiérrez, valora el regreso de Estados Unidos al multilateralismo. “El nuevo presidente ya anunció que EEUU volverá al Acuerdo de París sobre cambio climático y a la OMS. Además, lo más probable es que se refuercen los lazos comerciales entre las potencias económicas, lo que generará un mayor dinamismo de la economía mundial (además apalancada por las medidas de recuperación económica de cada país), impactando a economías pequeñas y abiertas al comercio internacional como la nuestra”, concluye.

Digitalización y políticas

El empleo será el gran desafío para la política económica del próximo año en un escenario de recuperación, tanto por las consecuencias directas de la pandemia como por las indirectas: recién nos preparábamos para la transformación, cuando de golpe tuvimos que comenzar a teletrabajar y automatizar procesos. “Todavía estaremos viviendo las secuelas de la pandemia. Muchos empleos se perderán para siempre, aunque otros pueden aparecer”, dice optimista el académico de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile, Manuel Agosin.

En este sentido, el académico de la UCSH, Cristián Gutiérrez, asegura que se van a generar cambios en la estructura productiva. “Va a ser complejo absorber a los 2,5 millones de personas que hoy se encuentran desempleadas. Se requerirán sí o sí políticas públicas de capacitación y digitalización masiva para la fuerza laboral, debemos lograr que el trabajo sea cada vez más productivo, complementario al capital y no sea sustituido por máquinas”, señala.

Asimismo, el profesor Gutiérrez vislumbra la necesidad de importantes políticas económicas, ya que, “la historia nos ha enseñado que los efectos de las crisis post epidémicas persisten durante mucho tiempo, incluso décadas, afectando profundamente la estructura social”. Sin embargo, hay diferencias.

En crisis sanitarias anteriores, donde se destruía la capacidad de trabajo haciéndolo escaso por la alta mortandad de personas; pero no así al capital, cuyos materiales quedaban ociosos, en esta crisis -dice el académico de la UCSH- las sociedades han priorizado salvar vidas y, con ello, se ha provocado la quiebra parcial del tejido productivo. Por eso, no solo habría sobreabundancia de capital, sino también de trabajo. “Además, la economía moderna es mucho más compleja, abierta al mundo y a sus instituciones nacionales e internacionales. Ese es el desafío inédito con el que nos enfrentamos ahora con la crisis de la Covid”, señala.

La mirada del Banco Central

Durante la presentación del Informe de Estabilidad Financiera, el presidente del Banco Central de Chile, Mario Marcel, hizo hincapié en la adaptación del marco regulatorio vigente para enfrentar la emergencia sanitaria y generar espacio para contingencias futuras. No obstante, recordó que las autoridades financieras han continuado avanzando en las iniciativas estructurales o de largo plazo.

Según Marcel, las medidas para enfrentar la emergencia deberían focalizarse en el corto plazo, con claras estrategias de salida, mientras las reformas más permanentes se focalizan en objetivos de largo plazo. En ese sentido, dijo que es posible que en la respuesta a la emergencia se introduzcan medidas que, aunque concebidas para resolver problemas de corto plazo, tengan implicancias más permanentes y negativas. “Un ejemplo de lo anterior es el retiro de ahorros previsionales. Para generar un incremento del PIB de 1,2% en 2020, se ha reducido el ahorro previsional de los hogares en 6% del PIB, más un costo fiscal del 2,5% del PIB”, indicó.

En este ámbito, se tramitan varios proyectos que impactan al sector financiero y sus efectos colaterales y temporales deben ser adecuadamente evaluados (reprogramaciones obligatorias de créditos, suspensión de acciones de cobranza, restricciones a la información de los deudores, segundo retiro de ahorros previsionales, “retiro” de rentas vitalicias, seguros asociados a créditos), dice el titular del Banco Central.

Otro punto relevante de su presentación ante la Comisión de Hacienda del Senado fue la necesidad de un acceso continuo y sustentable al crédito, manteniendo un marco de evaluación y manejo de riesgos que preserve la estabilidad financiera. Marcel se refiere al registro consolidado de deudas, a la capitalización bancos, el uso de garantías como mitigadores del riesgo de crédito, la regulación de oferentes de crédito no bancarios y la implementación modelo de cuatro partes en medios de pago.

Finalmente, el presidente del organismo emisor destacó que Chile tiene un sistema financiero profundo y altamente integrado con el mundo que requiere fortalecer sus mitigadores y recomponer holguras financieras que se han consumido. “La preservación de un marco institucional sólido, creíble y estable es necesaria para mantener el buen funcionamiento de los mercados financieros, lo que es imperativo en el contexto actual. El BCCh está disponible para continuar aportando a la discusión de reformas de corto y largo plazo”, apuntó.