En un mundo donde la economía bajo demanda está direccionando la forma de operar, y donde el mercado cambia por el crecimiento del comercio electrónico, apostar por la digitalización de los procesos es una urgencia.
A pesar de que idealmente la política de inventarios y la política de precios deben definirse conjuntamente, en la práctica las compañías se preocupan mucho más de la primera.