La logística sigue siendo un juego de equilibrio entre la oferta y la demanda, entre la eficiencia y la limitación de recursos. Reconocer que la logística no es infinita es el primer paso para enfrentar este desafío de manera efectiva. Solo mediante la innovación continua y la colaboración estratégica, las empresas pueden superar los límites y alcanzar nuevos niveles de excelencia en la gestión de la cadena de suministro.
En una logística moderna, los operadores tienen desafíos que enfrentar para consolidarse como el socio estratégico de sus clientes. El diseño operacional planteado por cada uno de ellos está siendo retado por distintos aspectos como la incertidumbre, la tecnología, la eficiencia, la optimización, la rapidez, el cliente y, por supuesto, el nuevo rol de supply chain al interior de las empresas.