El Black Friday es la PAES del mundo del e-commerce, un examen clave para entrar a este ecosistema de forma exitosa y duradera, por lo que representa siempre un desafío para la logística, tanto para las grandes, como para las medianas y pequeñas compañías, ya que el incremento masivo en pedidos exige una operación de última milla eficiente, ágil y adaptable.
Entre el viernes 28 de noviembre y el lunes 1 de diciembre se llevará a cabo una nueva versión del Black Friday, evento que se ha consolidado como una instancia estratégica para las marcas chilenas. “El Black Friday se ha transformado en una vitrina clave para el comercio, tanto presencial como online, especialmente para las pequeñas y medianas empresas que buscan ampliar su alcance y conectar con nuevos públicos en un entorno competitivo y en constante evolución”, asegura la directora ejecutiva de e-commerce de la Cámara de Comercio de Santiago (CCS), Yerka Yukich.
En el 2025 se ha mantenido el crecimiento imparable de las ventas online, con ventas globales estimadas en 6,86 billones de dólares para el período, incrementándose un 8,37% respecto de 2024. En Chile, de acuerdo con cifras de la CCS, las ventas totales del Black Friday 2024 habrían superado los US$ 550 millones, producto de más de 10 millones de compras realizadas por los consumidores tanto en sitios de internet del evento como en tiendas físicas. Las cifras marcaron un notable incremento del 25% en los valores nominales (pesos) y del 14% en la cantidad de transacciones, por lo que se espera que para 2025 la tendencia siga.
En este sentido, la capacidad de las empresas para gestionar grandes volúmenes de entregas en períodos cortos, garantizando tiempos precisos y experiencias de calidad para los clientes, se ha convertido en un factor determinante para el éxito empresarial, tanto para las compañías que participan recurrentemente en esta instancia como para las cuales lo hacen por primera o segunda vez. En este contexto, la adopción de tecnologías avanzadas y la optimización de procesos logísticos juegan un papel fundamental para cumplir con las expectativas del mercado y aprovechar al máximo el potencial de ventas que ofrece esta temporada de alta demanda.
¿Cómo prepararse para este examen de alta intensidad? Estas cinco recomendaciones son clave para que las empresas puedan enfrentar las exigentes fechas que se avecinan, mediante el uso de tecnología.
- Conocer la capacidad operativa real de la flota: Mediante la utilización de tecnologías avanzadas que permitan medir y optimizar la disponibilidad de vehículos y conductores, es posible maximizar la capacidad de entrega y ajustar los recursos según la capacidad operativa real, en lugar de simplemente aumentar la flota para garantizar que cada entrega se realice puntualmente.
- Optimizar la red de distribución y planificación de rutas: La tecnología aplicada a la logística permite actualmente desarrollar análisis geográficos y patrones de demanda históricos para ubicar estratégicamente almacenes y centros de distribución, incluidos minicentros temporales o móviles. Hoy es fundamental combinar esta estrategia con la optimización de rutas basada en inteligencia artificial para reducir kilómetros recorridos, disminuir costos de combustible y maximizar la cantidad de entregas diarias.
- Ofrecer precisión en la visibilidad y control en tiempo real sobre la operación: La capacidad de monitorear y responder en tiempo real ante incidentes como accidentes, clima adverso o fallos mecánicos es fundamental para cumplir con las expectativas de entrega. Implementar herramientas con predicciones precisas y alertas proactivas mejora la capacidad de adaptación y la experiencia final del cliente.
- Garantizar flexibilidad en los procesos de entrega: La adaptabilidad en cada proceso logístico se logra mediante la optimización inteligente de rutas, la visibilidad en tiempo real, una comunicación dinámica y la capacidad de ajuste a las necesidades y desafíos del cliente. La tecnología actual permite a las empresas responder rápidamente a los cambios del mercado y las demandas, mejorar la eficiencia operativa, reducir costos y optimizar la experiencia del usuario sin importar lo que necesite, o dónde se encuentre.
«Los procesos logísticos requieren un nivel de agilidad y personalización que logren impulsar la competitividad de las empresas dentro de este ecosistema. En ese escenario, es fundamental contar con plataformas de tecnología modular, de rápida implementación y completa adaptación a la operación y necesidades de cada cliente. Esto con la finalidad de fortalecer cada etapa del proceso logístico sin sacrificar velocidad de entrega en tiempos de alta demanda como el Black Friday”, puntualiza Carlos Díaz Ojeda, gerente general para América Latina de DispatchTrack.















































