Un sondeo exclusivo de Logistec revela cómo piensan, priorizan e imaginan el futuro los ejecutivos que lideran la cadena de suministro en Chile y Latinoamérica. Esta es la radiografía más actualizada del estado del supply chain y las claves que marcarán su evolución hacia 2026.La logística y el supply chain atraviesan una etapa definitoria. La combinación entre avances tecnológicos acelerados, exigencias crecientes de eficiencia, nuevas regulaciones ambientales, aumento de costos, mayor complejidad operativa y expectativas de servicio cada vez más altas ha situado al sector en el centro de las decisiones estratégicas de las empresas. Hoy, la cadena de suministro no es solo un soporte operacional: es un activo crítico para la competitividad, la resiliencia y la capacidad de crecimiento del país.
En este escenario, Logistec realizó una encuesta dirigida a un grupo de ejecutivos, gerentes y líderes logísticos de Chile y Latinoamérica. El objetivo es comprender con precisión dónde está la industria, cuáles son sus mayores tensiones, qué tecnologías avanzan con más fuerza, cómo evoluciona la infraestructura del país, qué brechas persisten y qué prioridades marcarán el rumbo hacia 2026.
El resultado es un diagnóstico profundo que combina percepción, experiencia y visión estratégica desde la primera línea del supply chain.
Este reportaje presenta el desglose completo de las respuestas, de los 76 encuestados, junto con un análisis detallado de cada una, para ofrecer una lectura integral del panorama logístico actual. Los porcentajes obtenidos permiten identificar patrones claros: transformación digital en curso, sostenibilidad que avanza con ritmos desiguales, operaciones presionadas por costos, talento con brechas significativas, oportunidades crecientes en automatización y e-Commerce, y una infraestructura que, aunque funcional, muestra desafíos relevantes para sostener el crecimiento futuro.
¿CÓMO DESCRIBIRÍAS EL ESTADO ACTUAL DE LA CADENA DE SUMINISTRO?
La percepción mayoritaria de los ejecutivos es clara: la cadena de suministro avanza, pero aún enfrenta limitaciones importantes. Más de la mitad identifica un crecimiento real del sector, aunque marcado por brechas en infraestructura, digitalización, talento y estandarización operativa, que impiden un salto a mayores niveles de competitividad (53,8%).
Un 22,6% señala que la industria atraviesa un proceso de transformación acelerada, impulsado por nuevas tecnologías y exigencias de eficiencia, mientras que un 10,8% indica que aún se encuentra en ajuste postpandemia, especialmente en sectores con cadenas más globales o sensibles a variaciones de demanda.
En los extremos, un 6,5% percibe un sector estancado, y otro 6,5% lo considera altamente desarrollado y competitivo, evidencia de la heterogeneidad del ecosistema logístico regional.
En suma, el diagnóstico sugiere un supply chain que progresa, pero con avances dispares y desafíos estructurales que deben abordarse para alcanzar una madurez consistente hacia 2026.
¿QUÉ ESCENARIO VISUALIZAS PARA LA INDUSTRIA DEL SUPPLY CHAIN EN 2026?
El futuro del supply chain será principalmente tecnológico, según los ejecutivos. Más de un tercio de los encuestados anticipa una consolidación digital marcada por automatización, analítica avanzada, integración de sistemas y visibilidad end to end (35,9%). Esta proyección confirma que la transformación tecnológica ya no es opcional, sino la vía dominante para aumentar la eficiencia y competitividad.
Sin embargo, el segundo escenario más mencionado (23,4%) es el de reestructuración y reducción de costos, lo que revela que la presión económica seguirá siendo un factor determinante en la estrategia logística. En un contexto de inflación, volatilidad y altos costos operativos, muchas organizaciones priorizarán eficiencia, optimización y control financiero.
Un 15,6% visualiza una expansión y diversificación de servicios, reflejando oportunidades en nuevos modelos logísticos, mayor especialización y evolución del e-commerce y servicios integrados.
Al mismo tiempo, un 13,3% advierte que el sector podría enfrentar desafíos derivados de la falta de infraestructura o talento, una alerta sobre dos brechas que ya tensionan al supply chain y que podrían condicionarlo en los próximos años. Finalmente, un 11,7% proyecta un crecimiento moderado con foco en sostenibilidad, señalando que, aun cuando el componente ambiental avanza, su despliegue seguirá siendo gradual.
Los resultados revelan un futuro impulsado por la tecnología, pero también marcado por presiones operativas y la necesidad de fortalecer capacidades estructurales para sostener el crecimiento hacia 2026.
¿QUÉ ÁREAS PRIORIZARÁ TU ORGANIZACIÓN EN PROYECTOS O INVERSIONES LOGÍSTICAS?
El sondeo arrojó un mensaje claro: la eficiencia y la digitalización dominarán la agenda de inversión. Los ejecutivos escogieron como principal foco la optimización de procesos y reducción de costos (31,5%), reflejando la necesidad de mejorar productividad y competitividad en un entorno económico exigente. Muy cerca aparece la transformación digital y la analítica avanzada (28,4%), confirmando que la visibilidad, la integración tecnológica y la toma de decisiones basada en datos serán pilares de la operación futura.
En un segundo nivel, las empresas priorizarán la infraestructura logística (14,8%), necesaria para resolver cuellos de botella y sostener el crecimiento. La sustentabilidad y economía circular (13,6%) avanza de forma gradual, mientras que la automatización y robótica (11,7%) se posiciona como una apuesta estratégica, aunque aún limitada por costos y niveles de madurez.
En síntesis, las inversiones hacia 2026 apuntan a un supply chain más eficiente, más digital y progresivamente más sostenible.
¿CUÁLES SON LOS PRINCIPALES DESAFÍOS QUE ENFRENTA TU OPERACIÓN LOGÍSTICA?
De acuerdo con el sondeo, la adaptación tecnológica y el cambio cultural encabezan las preocupaciones con un 32,6%. Esto evidencia que la brecha no está solo en las herramientas, sino también en las personas y en la capacidad de las organizaciones para integrar nuevas formas de operar. La transformación digital avanza, pero la adopción interna sigue siendo un desafío relevante.
Justo detrás aparece el aumento de los costos operativos y de transporte (27,8%), lo que confirma la presión financiera que enfrentan las empresas y el impacto directo que tiene en la eficiencia y la competitividad. En un contexto de fluctuaciones económicas y altos precios logísticos, el control de costos continúa siendo un dolor persistente.
Por otra parte, el déficit de infraestructura o conectividad (17,4%) se mantiene como un obstáculo estructural, especialmente para operaciones que requieren mayor capacidad física, velocidad o integración territorial.
La falta de visibilidad y trazabilidad (13,9%) también destaca como una brecha que limita la toma de decisiones y la coordinación con socios clave, lo que refuerza la urgencia de avanzar hacia cadenas de suministro más transparentes e interoperables.
Finalmente, la escasez de talento especializado (8,3%) aparece como un desafío latente, aunque menos prioritario que otros factores, revelando que la disponibilidad de profesionales sigue siendo un tema, pero no el más crítico en esta etapa.
¿QUÉ NIVEL DE AVANCE TIENE TU EMPRESA EN TRANSFORMACIÓN DIGITAL DEL SUPPLY CHAIN?
La encuesta arrojó un panorama claro sobre cómo las empresas están enfrentando la digitalización de sus cadenas de suministro. Según lo señalado por los profesionales consultados, aún existe una importante brecha entre la ambición tecnológica y la realidad operativa, una brecha que marcará las prioridades rumbo a 2026.
Los entrevistados señalaron que un 19,5% de las organizaciones todavía se encuentra en una etapa inicial, desarrollando proyectos piloto o iniciativas aisladas. Otro 32,2% declara estar en desarrollo, avanzando hacia una integración parcial de sistemas, lo que demuestra un proceso de madurez en curso pero aún fragmentado.
Un 29,9% afirma haber alcanzado un nivel intermedio, donde ya existe digitalización de procesos clave y una mayor consistencia operativa. En contraste, solo un 13,8% de las empresas se ubica en un nivel avanzado, con operaciones integradas y un mayor grado de automatización.
Finalmente, apenas un 4,6% se posiciona como líder en materia digital, operando cadenas de suministro completamente conectadas y gestionadas end to end, un estándar que los propios profesionales identifican como el horizonte competitivo hacia el cual las empresas deberán avanzar de aquí a 2026.
¿CÓMO EVALÚA EL NIVEL DE INCORPORACIÓN DE PRÁCTICAS SOSTENIBLES EN TU CADENA LOGÍSTICA?
La encuesta evidencia que la sostenibilidad continúa siendo un tema en evolución dentro de las operaciones logísticas. Si bien hay avances relevantes, los profesionales consultados muestran que aún existe un amplio margen para consolidar estrategias más robustas y medibles.
De acuerdo con lo que señalaron los entrevistados, un 30,7% de las empresas se encuentra todavía en una etapa inicial, enfocada principalmente en compromisos básicos o acciones puntuales. En tanto, un 37,5% indica estar en desarrollo, con metas definidas a mediano plazo, lo que refleja una intención creciente de ordenar y formalizar sus planes ambientales y sociales.
Por otro lado, un 17% afirma contar con un nivel avanzado, incorporando métricas y reportabilidad ESG dentro de su operación, mientras que un 9,1% declara operar bajo un modelo integrado, donde los impactos ambientales y sociales son medidos, gestionados y utilizados para la toma de decisiones.
Finalmente, un 5,7% reconoce que la sostenibilidad aún no es una prioridad dentro de su estrategia logística, un dato que contrasta con las exigencias regulatorias y de mercado que seguirán intensificándose en los próximos años.
En conjunto, la mirada de los profesionales refleja una transición en curso: la sostenibilidad está entrando de manera más consistente en la agenda logística, pero la madurez plena sigue siendo un desafío que se proyecta como clave para 2026.
¿CÓMO DESCRIBIRÍAS LA DISPONIBILIDAD Y PREPARACIÓN DEL TALENTO LOGÍSTICO?
Los resultados de la encuesta evidencian que el talento continúa siendo uno de los puntos más sensibles para la industria logística. La percepción generalizada apunta a un escenario donde la oferta de profesionales no siempre acompaña el ritmo de transformación que exige el sector.
Según lo expresado por los encuestados, un 37,9% considera que el talento está en crecimiento, pero aún presenta brechas técnicas importantes, lo que confirma la necesidad de impulsar formación especializada y actualización permanente. A esto se suma un 18,4% que califica la disponibilidad como limitada, evidenciando escasez en prácticamente todos los niveles operativos y de gestión.
En un punto intermedio, un 32,2% evalúa el panorama como aceptable, aunque condicionado por la necesidad de capacitación continua para responder a tecnologías, modelos de operación y exigencias cambiantes.
Los grupos más optimistas son reducidos: solo un 10,3% percibe una base sólida de profesionales especializados y adaptables, mientras que apenas un 1,1% la considera excelente, con liderazgo técnico y visión estratégica.
En consecuencia, la mirada de los profesionales retrata un desafío estructural: la industria está avanzando rápido, pero el desarrollo del talento no siempre acompaña ese ritmo. Para 2026, este gap aparece como uno de los factores críticos que definirá competitividad, eficiencia y capacidad de innovación en las cadenas de suministro.
¿QUÉ ESTRATEGIAS ESTÁN APLICANDO PARA MEJORAR LA EFICIENCIA OPERATIVA?
Los resultados de la encuesta muestran con claridad que las organizaciones están adoptando un enfoque multifactorial para elevar la eficiencia, combinando tecnología, optimización de procesos y gestión estratégica de recursos. Sin embargo, la tendencia dominante es inequívoca: la eficiencia del futuro será profundamente digital.
La opción con mayor respaldo fue la implementación de herramientas de analítica y control (29%), reflejando que las empresas están priorizando la toma de decisiones basada en datos como palanca central para mejorar productividad, visibilidad y desempeño. Muy cerca se posiciona la automatización de procesos (25,3%), señal de que la robotización y los flujos automáticos comienzan a consolidarse como inversiones clave para 2026.
La eficiencia también se persigue desde la operación diaria: un 16,1% de los encuestados destacó la optimización de rutas y la planificación colaborativa, estrategias especialmente relevantes para transporte, distribución y última milla. En paralelo, un 17,7% está enfocándose en negociación y gestión de costos con proveedores, evidencia de que el control financiero sigue siendo un eje crítico en un contexto de presión inflacionaria y costos logísticos al alza.
Finalmente, la externalización de servicios logísticos (11,8%) aparece como una alternativa utilizada por un grupo menor, pero que refleja una tendencia creciente a buscar especialización y flexibilidad operacional mediante partners externos.
¿CÓMO EVALÚAS LA PREPARACIÓN DE LA INFRAESTRUCTURA LOGÍSTICA NACIONAL?
Los resultados de la encuesta revelan una percepción moderadamente crítica respecto al estado de la infraestructura logística en Chile y la región, con una mayoría que reconoce avances, pero también importantes limitaciones de cara a las demandas futuras.
La opción más seleccionada fue “aceptable – cumple con las necesidades actuales” (41,2%), lo que sugiere que, si bien la infraestructura permite sostener la operación presente, su capacidad para absorber un crecimiento acelerado o responder a nuevas exigencias es todavía cuestionada. Esta visión se complementa con el 30,6% que la califica como “parcialmente adecuada, con brechas críticas”, mostrando que para casi un tercio de los ejecutivos las falencias ya se sienten en áreas como conectividad, capacidad portuaria, transporte terrestre y desarrollo de centros logísticos.
En los extremos, un 10,6% considera que la infraestructura es muy insuficiente y que se requieren inversiones profundas y urgentes, mientras que solo un 12,9% la evalúa como sólida, capaz de acompañar el crecimiento de los próximos años. La mirada más optimista —que la ubica como altamente competitiva a nivel internacional— es minoritaria, alcanzando apenas un 4,7%.
Las respuestas dibujan un diagnóstico consistente: la infraestructura cumple hoy, pero no necesariamente mañana. La percepción de los profesionales apunta a que, sin una agenda de inversión sostenida y una planificación estratégica de largo plazo, el crecimiento del comercio, el e-Commerce y la logística multimodal podría enfrentar cuellos de botella que limiten la competitividad del país en 2026 y más allá.
¿DÓNDE VISUALIZAS LAS MAYORES OPORTUNIDADES DE DESARROLLO PARA EL SECTOR?
La encuesta refleja un panorama lleno de posibilidades, donde la innovación y la adaptación al mercado marcan la agenda de crecimiento del supply chain. Los ejecutivos encuestados señalan al e-commerce B2B y la última milla (27,2%) como la oportunidad más relevante, destacando la importancia de responder a consumidores cada vez más exigentes y a la expansión del comercio electrónico como motor de transformación logística.
Muy cerca se ubica la automatización y la robótica industrial (25,9%), evidenciando que las empresas ven en la tecnología una palanca clave para aumentar productividad, reducir errores y mejorar tiempos de entrega. La logística verde y sustentable (19,6%) también aparece como un foco estratégico, mostrando que la sostenibilidad se consolida como un eje de competitividad y responsabilidad corporativa.
En menor medida, los encuestados identifican oportunidades en servicios 4PL y soluciones integradas (17,1%), reflejando la demanda de modelos más colaborativos y flexibles que conecten múltiples actores de la cadena. Finalmente, el nearshoring y la expansión regional (10,1%) se perciben como una oportunidad emergente, ligada a la reconfiguración de las cadenas globales y a la búsqueda de proximidad para mejorar tiempos y costos.
¿QUÉ NIVEL DE COLABORACIÓN Y VISIBILIDAD EXISTE EN TU CADENA DE SUMINISTRO?
Los resultados de la encuesta muestran que, aunque la colaboración y visibilidad en las cadenas de suministro han avanzado, todavía hay un amplio margen de mejora. La mayoría de los ejecutivos señala que su operación se encuentra “en progreso” (35,6%) o en un nivel “medio” (34,5%), indicando que la interoperabilidad y el intercambio de información están parcialmente desarrollados, pero no alcanzan aún una integración plena entre los distintos actores.
Un 10,3% percibe la colaboración como baja, con procesos aislados que limitan la eficiencia y la toma de decisiones, mientras que solo un 13,8% logra un alto nivel de integración, compartiendo datos de manera efectiva con socios estratégicos. La visibilidad total y trazabilidad en tiempo real sigue siendo todavía un estándar minoritario, alcanzado únicamente por el 5,7% de los encuestados.
Estos resultados reflejan un sector en transición: la colaboración y la visibilidad están mejorando, pero para alcanzar un supply chain ágil, resiliente y competitivo hacia 2026, será necesario invertir en sistemas interoperables, plataformas de información compartida y una cultura colaborativa que supere los silos tradicionales.
¿CUÁL DE LAS SIGUIENTES FRASES REFLEJA MEJOR TU VISIÓN DEL SUPPLY CHAIN DEL 2026?
Los resultados de la encuesta muestran que la mirada de los ejecutivos hacia el futuro del supply chain es optimista, pero realista, reflejando tanto ambición tecnológica como reconocimiento de los desafíos que aún persisten.
Un 24,1% visualiza una cadena “colaborativa, ágil y centrada en el cliente”, mientras que otro 24,1% la define como “resiliente, eficiente y tecnológicamente integrada”, indicando que la eficiencia operacional, la adaptabilidad y la integración tecnológica serán pilares fundamentales. La misma proporción (24,1%) percibe un modelo “en evolución constante, adaptándose al cambio”, lo que refleja la conciencia de que la transformación será continua y requerirá flexibilidad frente a un entorno dinámico.
Un 19,4% se muestra más cauteloso, describiendo la industria como “competitiva, pero aún en transformación”, un reconocimiento de que la madurez plena del sector todavía está por alcanzarse.
Finalmente, un 8,3% proyecta un supply chain totalmente digital, automatizado y sostenible, un ideal aspiracional que, aunque minoritario hoy, marca la dirección estratégica hacia la cual las empresas deberán avanzar.
En conjunto, estas respuestas reflejan una visión compartida: el supply chain de 2026 será más integrado, ágil y adaptable, con la digitalización y la resiliencia como ejes fundamentales para competir y responder a las exigencias de un mercado en constante cambio.















































