Aunque la electromovilidad ya avanza en buses y vehículos livianos, su adopción en el transporte de carga pesada sigue enfrentando grandes desafíos en Chile y Latinoamérica. Altos costos, falta de infraestructura y limitaciones técnicas retrasan una transición que, sin embargo, parece inevitable para cumplir los compromisos de carbono neutralidad y mantener la competitividad del sector logístico.
¿Te has preguntado alguna vez cómo es el recorrido que hace un automóvil desde que sale de la planta de fabricación hasta que lo ves brillando en un concesionario de Santiago o regiones? Ese viaje está impulsado por una cadena logística que une fábricas, navieras, puertos, operadores y transportistas. Un engranaje esencial, pero muchas veces inadvertido para la mayoría de las personas.
