EL DÓLAR: UN IMPACTO DIRECTO AL CORAZÓN DE LA INDUSTRIA LOGÍSTICA

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Valor histórico, el dólar sube, el dólar baja, los efectos del dólar o el dólar es un dolor de cabeza para el mundo económico son algunas de las frases que han marcado la pauta económica en los últimos meses y que ha puesto en alerta a la industria logística, quien tiene la compleja tarea de sacar adelante los procesos ante situaciones adversas.  

Los efectos de los vaivenes de la divisa norteamericana han despertado la preocupación y la atención de los distintos actores involucrados, tanto públicos como privados, quienes buscan establecer un relato que haga entendible la situación actual, el cómo se irá desarrollando y cuáles serían los eventuales efectos en la economía local.

Uno de los sectores empresariales e industriales más atentos a estos cambios es la logística. Dadas las características de supply chain y su vinculación a nivel global hace fundamental tener claridad sobre estos aspectos con la finalidad de proyectar correctamente sus políticas comerciales y de desarrollo, donde se contemplen, por supuesto, los efectos económicos.

Su relación con las monedas locales, la inflación o la sombra de una recesión económica asoman como las principales amenazas a las economías emergentes o en desarrollo como la chilena, dado fundamentalmente por la volatilidad de los mercados financieros. Por años (décadas) el dólar estadounidense se ha transformado en la moneda de refugio por excelencia y en la principal carta utilizada en el comercio mundial.

La importancia de esta divisa hace relevante conocer la mirada de distintos académicos. Logistec se contactó con Alejandro Guzmán, docente de Unegocios FEN UChile, Francisco Castañeda González, director de Escuela de Negocios U.Mayor y Jeannette Falconi, docente en Dirección Estratégica de Operaciones y Logística en Unegocios FEN UChile, quienes ahondaron sobre la situación actual desde distintas perspectivas, tanto económicas como logísticas.  
 
¿CUÁL ES LA MAGNITUD DEL EFECTO?
 
Alejandro GuzmanSaber cómo afecta la volatilidad del dólar en el día a día es clave para la proyección y la correcta toma de decisiones. A este respecto, Guzmán comentó que los efectos de las alzas que se han registrado del dólar “aún no es totalmente dimensionable”, por ejemplo, “en el caso de los importadores dependerá en gran medida del momento del año en que se reciban los despachos y posterior costeo, así como de la capacidad de traspasar los mayores costos a precio, es decir, la elasticidad demanda-precio respectiva”.  

En tanto, el académico de la UChile reconoció que las empresas que se verán más afectadas serán aquellas que “presenten una alta deuda financiera, bajos niveles de liquidez y que deban ajustar sus precios por un alza en sus costos dado el mayor nivel del dólar”.

Así, queda en evidencia que el nivel de impacto que tenga el dólar en las empresas dependerá exclusivamente del estado de estas, es decir, de la ‘salud’ financiera que tengan y en cómo ese factor les permita flexibilidad para reaccionar.

Por su parte, el académico de la UMayor calificó la situación vivida en términos económicos como “compleja”. “Las alzas de las tasas de la Reserva Federal siempre han sido una señal de alerta para la salida de capitales de economías emergentes y esto no es la excepción. Al aumento de la probabilidad de recesión en USA, se suma la agresión rusa a Ucrania, lo cual presiona al alza a nivel global el precio de los alimentos y el precio del crudo, del gas  y sus derivados. Esta gran incertidumbre hace que el dólar sea utilizado en la actual coyuntura como moneda de refugio al devaluarse las divisas locales”, comentó el economista.

jeannette falconiLa contingencia bélica ha dejado entrever, según Castañeda, que han comenzado “a surgir fracturas que afectan el comercio internacional y las cadenas globales de valor”. En cuanto a los efectos de esta situación en la economía chilena, el académico de la UMayor, comentó que “dado los mecanismos de traspaso de tipo de cambio a precios internos, esto presiona a la inflación local en varios ítems, por ejemplo, combustible , alimentos, bienes de capital, tecnología, bienes durables, entre otros”.

Otro de los factores a considerar, a nivel internacional, son las alertas y signos de enfriamiento de la economía internacional con una desaceleración brusca de la economía norteamericana que trae una caída significativa del precio del cobre, lo cual agudiza el sentido de escasez de divisas con los consiguientes efectos devaluatorios en el peso.

En cuanto a los efectos directos en los distintos sectores, Castañeda fue enfático en señalar que estos vaivenes económicos “afecta a todos los sectores”.  “Hay una significativa caída del poder adquisitivo principalmente de los sectores más vulnerables, lo que se conjuga con salarios reales más bajos, menos competitividad productiva y encarecimiento de la tecnología y bienes de capital los cuales son necesarios para diversificar la base productiva.”

ECONOMÍA Y LOGÍSTICA

La estrecha relación entre economía y logística hace necesario que los actores del sector mantengan los ojos abiertos ante los cambios, dado los efectos que la macroeconomía genera en los costos globales de las cadenas de suministro, lo que -a juicio del director de Escuela de Negocios de la UMayor - afecta “a mediano plazo la innovación y el comercio internacional. El mundo pensado como una gran fábrica global se comienza a fragmentar haciendo que las proyecciones optimistas se corrijan a la baja”.

Para Jeannette Falconi, junto a lo ya analizado como inflación, tasas de intereses y alza del dólar, en Chile se suma el efecto a la baja del precio del cobre, “dado que uno de nuestros principales clientes, China, ha bajado el consumo por las restricciones que ha traído el control estricto de la pandemia y que impactan la producción de dicho país”. 

Francisco Castaneda“La cadena de abastecimiento de China ha sido impactada por el control del virus, bajando su productividad, lo que ha impactado a sus proveedores. Y no olvidemos la escasez de materias primas que está afectando al mundo entero, por la baja del stock producto del cierre de muchas fábricas y cultivos por la pandemia”, recordó la docente en Dirección Estratégica de Operaciones y Logística en Unegocios FEN Uchile. 

La logística es una industria sensible y el costo del transporte es quizás uno de los aspectos más sensibles en términos monetarios.

“El aumento del dólar, aumenta el precio del petróleo y este, a su vez, impacta fuertemente el costo de transporte aéreo, terrestre y marítimo, el que finalmente se traspasa al costo de los productos terminados. El movimiento de materias primas y de los  productos terminados es un componente fuerte en la logística y claramente alguien en la cadena de suministro deberá asumir este aumento, y es claro que será el consumidor final.  Por otro lado, la mayoría de los elementos que se requieren para tecnificar la cadena de abastecimiento son importados, lo que podría significar que algunas empresas retrasen su digitalización. Finalmente, se estima que las empresas de servicios logísticos se verán obligados a subir sus precios por los servicios entregados”, detalló Falconi.

En cuanto a las medidas que puede tomar el sector, la docente de la UChile profundizó sobre los principales aspectos a considerar como son los costos operacionales y el abastecimiento.

“Hasta ahora las empresas han adoptado estrategias de reducir el capital de trabajo al mínimo., pero hoy en este escenario, donde los precios de muchos productos/materias primas/maquinaria suben y donde también se habla de una escasez de insumos mundial, las empresas deben analizar profundamente cuáles estrategias de abastecimiento deben seguir. Aquí nos encontramos con dos caminos: Just-in-time (JIT) y just-in-case (JIC). Ambos se encuentran en extremos opuestos del espectro de la filosofía del inventario: uno apunta a operaciones ajustadas, el otro hace que el almacenamiento sea una prioridad.  Lo más recomendable es que para cada material o tipo de se realice un análisis y se defina la estrategia”.

Por otro lado, Jeannette llamó a poner mayor atención al proceso de planificación de la demanda y abastecimiento, “buscando una comunicación fluida entre las ventas, las operaciones y finanzas, para que la toma de decisiones sea consensuada (cuando sea necesario) y comunicadas con la mayor velocidad posible. No basta con solo tener process S&OP (Sales and Operational Planning)/IBP (integrated business planning) maduro, sino que se debe  tener  implementado el proceso S&OE ( sales and operation execution)”.

Finalmente, el llamado de los académicos es a estar atentos, pues consensuada es la idea de que mucho no se puede hacer para evitar los efectos de estos fenómenos macroeconómicos globales, por lo tanto, la tarea de las empresas hoy está en rediseñar procesos, reevaluar inversiones, analizar costos, en otras palabras, hacer reingenierías internas; todo con la finalidad de que la industria salga airosa de este complejo momento.