En un contexto global marcado por tensiones comerciales, las Zonas Francas de la región están emergiendo como espacios de estabilidad y atracción de inversión, redefiniendo la forma en que las empresas planifican sus cadenas de suministro.
La sustentabilidad dejó de ser un plus reputacional: hoy es un requisito para operar y competir. Reducir emisiones, asegurar trazabilidad ambiental y acelerar la adopción de tecnologías limpias se volvió indispensable para la rentabilidad, el acceso a mercados y la resiliencia de las cadenas de suministro.