Mirar hacia zonas emergentes, embarcarse en un Join Venture o reciclar espacios urbanos, son tres estrategias que los desolladores de bodegas han debido implementar ante la problemática de la escasez y el alto valor de suelo urbano; un fenómeno que se ha visto agravado en la última década debido las restricciones de construcción impuestas por las autoridades incumbentes en los planes reguladores, al incipiente desarrollo de la industria de bodegaje en dicho periodo debido a la alta demanda de almacenamiento logístico; factores que a la fecha han derivado en la nula vacancia de mt2 en los últimos 24 meses.
Tomar la decisión de crecer, implementar tecnologías o cambiar de espacio físico donde operar es una de las apuestas más importantes para una compañía. El nivel de inversión y los cambios operacionales que eso significa abren un abanico de posibilidades, en términos operativos y de servicio; y a su vez son un reto para las empresas de bodegaje, quienes deben saber leer los nuevos requerimientos de los clientes.
