¿PASAN LAS TECNOLOGÍAS POR SU MAYOR PRUEBA? INTEGRACIÓN E IMPLEMENTACIONES SALEN AL JUEGO

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En momentos en que la industria logística, a nivel mundial, vive uno de los mayores desafíos al intentar cumplir con el llamado de los consumidores para mantener el abastecimiento de los países, la tecnología cumple un rol fundamental. Hoy las implementaciones tecnológicas y equipamientos pasan por su prueba más grande. Al ponerse en jaque el nivel operativo de las compañías son estas herramientas las llamadas a potenciar la capacidad de respuesta de las cadenas logísticas en momentos complejos.

El 2020 asomaba como un año disruptivo en materia tecnológica para la Supply Chain, sin embargo, hoy las distintas implementaciones o equipamientos se han puesto a prueba ante la emergencia sanitaria generada por la propagación del Coronavirus -que ha dejado a más de un tercio de la población mundial con medidas sanitarias- en cuanto a su aporte a la continuidad operacional de la industria.

Los efectos de esta crisis han tensionado enormemente las cadenas logísticas, desde el primer momento, dado lo sucedido en China, considerada la segunda potencia mundial y uno de los mercados más atractivos para los exportadores del mundo.

Muchos hablan de los efectos que tendrá esta pandemia en las macro economías mundiales y, en especial, en la actividad de millones de empresas; situación que ha llevado a la industria a mirar a sus tecnologías como fuente de mejora operacional y también en el aporte que dichas implementaciones están generando para responder de “mejor forma” ante una situación como la que se vive actualmente, donde el concepto de Continuidad Operacional ha cobrado vital importancia y asoma como un factor diferenciador, entre quienes podrán responder y operar ante esta emergencia y quienes se quedarán en el camino.

TODO SUMA

Hemos sido testigos como por años la tecnología ha ido avanzando. En la industria logística en especial hemos visto como asoman nuevos equipamientos, softwares y tecnologías que apuntan a mejorar y optimizar los tiempos y costos de la operación.

La capacidad de los softwares como los Warehouse Manangement Systems (WMS) para albergar y soportar una operación en crecimiento, la aparición de herramientas para el picking como Pick to Light o Voice Picking, automatización de procesos; Inteligencia Artificial en el manejo de datos o la robotización son solo algunos de los ejemplos que existen para demostrar este constante y ascendente camino de tecnologización de la logística.

Pero qué pasa cuando estas herramientas -por muy modernas que sean- no conversan entre sí. Esta pregunta refleja, sin duda, el principal reto de la industria. Ya que no se trata de armar islas tecnológicas, sino que éstas logren -en conjunto- un ecosistema tecnologizado que traiga como resultados la mejora operacional, asegurar la continuidad operativa, optimizar tiempos de trabajo y costos; en otras palabras, generar una Supply Chain 4.0 capaz de responder a los tiempos que vienen.

No existe empresa exitosa que no contemple la tecnología y transformación digital entre sus planes estratégicos presentes y futuros. Lo único claro actualmente es que los avances tecnológicos, la modernización de los equipos, nuevas aplicaciones en materia de automatización de procesos, digitalización y robotización en logística no se detendrán.

Lo anterior hace que la “Integración tecnológica” sea un factor clave para el éxito de la empresa, transformándose en una de las mayores ventajas competitivas de cara al futuro, dado que la lógica indica que ante una mejor integración entre las tecnologías implementas (comunión, conversación, interacción), mejor será la capacidad de respuesta puesto que las soluciones implementadas podrán operar al 100 % de su capacidad, potenciándose unas a otras.

Para todas las compañías, la decisión de inversión es siempre compleja y muy pensada. Toda implementación va siempre en función de conseguir un retorno económico para la empresa, en cuanto a los costos de operación o al nivel de servicio que ofrece a sus clientes. Ante esta situación, fracasar en la elección de la tecnología implementada, errar en los equipos o herramientas escogidas para sumarlas a la operativa podría implicar desde un pequeño dolor de cabeza, hasta el rotundo fracaso de la implementación.

Cuantas veces hemos escuchado que el software no era el indicado, que el WMS no responde al tipo de operación, que las tecnologías implementadas no conversan entre sí, o, en definitiva, que la tecnología no era la que necesitaban. Sin duda, ese es el peor escenario empresarial.

¡NO ES NECESARIO COMENZAR DE CERO!

Desechar lo que existe o comenzar desde cero al emprender un nuevo camino en la tecnología es uno de los principales temores que las empresas expresan, sobre todo en el ámbito operativo. ¿Las nuevas tecnologías se integran a lo que ya tengo? Esa es la frase que más resuena en la industria logística actualmente.

Muchos ven en la implementación tecnológica el impulso para dar el gran salto que su empresa necesita para crecer y posicionarse en el cada vez más vertiginoso y competitivo mundo comercial. Optimizar la cadena de abastecimiento, la gestión del Centro de Distribución, los aspectos comerciales de una compañía, su relación con los clientes, los procesos relacionados al comercio electrónico, la toma de pedidos o la distribución son los principales aspectos que han marcado la relación empresa e implementación tecnológica; y que reflejan lo que está en juego al fracasar en la integración e implementación.

Para disminuir los riesgos en este ámbito, la clave parece estar en la visibilidad de la cadena. Saber definir quiénes son a nivel operacional, cuáles son las cualidades que tiene la empresa, las ventajas o dificultades que tiene a nivel logístico, quiénes son nuestros proveedores y en especial quienes son nuestros clientes; hacia donde avanzan tecnológicamente y el nivel de inversión que la empresa dispone para este ítem; son solo algunos de los aspectos que se deben tener claro al momento de mirar el abanico de soluciones tecnológicas hoy ofrece el mercado.

“Paso a paso” esta frase parece ser fundamental, porque no existen tecnologías buenas o malas, sino herramientas correctas para una operación. Hoy ante el escenario mundial que se vive, esa decisión (escoger lo correcto) es fundamental. Mientras unos ven como sus decisiones de inversión le permiten “salir jugando” en momentos complejos, otros ven con preocupación como lo que creían aportaba a su operación se ha visto truncado.

¿Qué se evalúa? La respuesta más evidente sería: la capacidad de responder y seguir operando ante la crisis. Sin embargo, existe factores más técnicos, por así llamarlo, que son medibles: Interconexión e integración de procesos: Tecnologías que permitan a la operación actuar como un todo; una cadena con sus eslabones bien unidos, ya que la deficiente performance de uno de ellos genera ineficiencias y problemas en otro. Aquí vemos problemas como: problemas de inventario, falta de suministros, sobreproducción, entre otros.

La reducción de costos. Herramientas tecnológicas bien implementadas y correctamente escogidas generan una disminución de costos a nivel operacional, en aspectos tan evidentes como m2 de almacenamiento necesario, números de colaboradores necesarios para operar, agilidad en la distribución, entre otros.

Mejor comunicación entre las partes: El uso de la tecnología es, o debería ser, vital para mejorar la comunicación al interior de las empresas. Lograr una visibilidad completa de la cadena es clave para funcionar como tal, evitando incidencias y resolviendo problemas.

UNA OPORTUNIDAD PARA LA TRANSFORMACIÓN DIGITAL

Con todo lo sucedido en torno al Covid-19, quizás lo más claro es que acelerar la transformación digital a nivel general y particularmente en la industria logística es de vital importancia.

A este respecto, Miguel Álvarez, vicepresidente de la industria de Retail para LA de Blue Yonder, recomienda incorporar tecnologías que acompañen los procesos logísticos, especialmente en las actividades que requieren presencia física y tener visibilidad de actores de mercados alternativos para redestinar los envíos y considerar nuevas fuentes de abastecimiento.

Según estima Álvarez, la implementación de tecnologías para la digitalización es la respuesta para rediseñar cadenas de abastecimiento de la mano de la información y del correcto manejo de los datos, en especial, “entregando visibilidad a toda la cadena y al inventario, para así generar alertas o predecir eventos que puedan alterar o impactar el flujo normal de la Supply Chain”.

"Esperamos que las compañías adopten las tecnologías que se requieren porque no sólo les va a servir en el escenario actual, sino también para enfrentar la competencia global", afirmó Álvarez. Según análisis de Blue Yonder, de la mano de la tecnología, las mejoras podrían venir por tres aspectos:

Visibilidad del inventario: conocer la cantidad y la ubicación del inventario en la cadena de suministro es fundamental para satisfacer un aumento en la demanda. Mediante el uso de AI y ML, las empresas pueden modelar y predecir mejor la demanda y ajustar su inventario desde la adquisición hasta el transporte, almacenaje y el enrutamiento de suministros a ubicaciones antes de la demanda.

Predicción de suministros: el uso de AI y ML ayuda a los operadores de la cadena de suministro a predecir su tiempo de llegada, lo que les permite tomar medidas preventivas para mitigar el impacto de la escasez.

Adaptación: los sistemas autónomos de toma de decisiones y manejo de materiales permiten a las empresas adaptarse flexiblemente a diferentes escenarios y prepararse mejor para los factores que podrían afectar su capacidad de enviar y recibir materiales.

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