3 DE JULIO: DÍA INTERNACIONAL SIN BOLSAS PLÁSTICAS ¿ESTAMOS CAMBIANDO DE HÁBITOS O SOLO CAMBIANDO DE RESIDUOS?

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En el marco del Día Internacional Sin Bolsas Plásticas, surge una pregunta urgente: ¿Estamos realmente avanzando hacia un consumo más sostenible o simplemente reemplazamos el plástico por otras soluciones que también generan residuos? Desde Unibag, principal fábrica de bolsas reutilizables del país, se hace un llamado a una correcta implementación de la Ley Chao Bolsas Plásticas y a poner atención al “fin de vida” de las bolsas reutilizables.

El Día Mundial Sin Bolsas Plásticas fue establecido con el objetivo de generar conciencia sobre el impacto negativo del plástico de un solo uso en el medioambiente. Las bolsas plásticas representan una de las principales fuentes de contaminación y se han convertido en símbolo de una cultura de lo desechable.

A pesar de la entrada en vigencia de la Ley 21.100 en 2018 —conocida como “Chao Bolsas Plásticas”—, en la práctica aún se observan bolsas plásticas de un solo uso, así como otras alternativas reutilizables que no necesariamente cumplen con la normativa. Muchas de estas son percibidas como “ecológicas” por estar etiquetadas como biodegradables o ecoamigables, aunque no siempre lo son.

En el marco del Día Mundial sin Bolsas Plásticas, la Municipalidad de Lo Barnechea, en colaboración con Unibag, realizó una activación especial para reafirmar el compromiso con la reducción de plásticos de un solo uso y fomentar la reutilización responsable.

La iniciativa incluyó la instalación de un Contenedor de Acopio de Bolsas Reutilizables, destinado a recibir bolsas en mal estado para facilitar su correcta gestión y reciclaje.

El objetivo principal de esta acción fue visibilizar el progreso ya alcanzado gracias a la Ley 21.100, pero también enfatizar la necesidad de avanzar hacia una cultura de la reutilización y la gestión adecuada de las bolsas al final de su vida útil. Se busca generar conciencia en la ciudadanía sobre la importancia de ir más allá de la simple eliminación del plástico y apostar por un consumo verdaderamente responsable.

“El 3 de julio es una oportunidad para reflexionar colectivamente sobre qué entendemos por una solución sostenible, qué tipo de materiales estamos promoviendo realmente y si estamos apostando por el cambio de hábito o simplemente generando otros tipos de residuos”, indica Eliana Moreno, cofundadora de Unibag.

Felipe Alessandri, Alcalde de Lo Barnecha explicó "con esta actividad  estamos avanzando en educación, y eso incluye también educar sobre el uso responsable de los recursos. Hoy, en el Día Mundial Sin Bolsas Plásticas, quiero destacar esta alianza con Unibag.

Estamos impulsando un cambio cultural profundo en nuestra comuna. Me acuerdo cuando todo esto partía, cuando en Chile las bolsas plásticas dominaban el comercio. Hoy, en Lo Barnechea, resistimos y lo hacemos con convicción, porque este es un compromiso de toda la comunidad: de las familias, de los más pequeños, de las personas mayores. Las bolsas reutilizables han sido una buena solución, pero también debemos tener claridad: no desaparecen solas. Hay que saber usarlas y, cuando llega el momento, disponerlas correctamente. Por eso agradezco a Unibag por su compromiso y trabajo sostenido con nosotros. Esta es una comuna que educa, que transforma, y que lidera con hechos concretos. En Lo Barnechea se resiste, se educa y se actúa."

Según Eliana Moreno, cofundadora de Unibag, “el uso de bolsas plásticas prohibidas por la ley obedece principalmente a dos razones: el escaso conocimiento por parte de usuarios y empresas sobre los alcances completos de la Ley Chao Bolsas Plásticas, y la falta de fiscalización por parte de los municipios, quienes son los encargados de aplicar la ley en los casos concretos”.

Una ley con impacto, pero con brechas

La normativa prohíbe la entrega de bolsas plásticas en el comercio, incluidas aquellas biodegradables, compostables o reutilizables si su componente fundamental deriva del petróleo. Sin embargo, no regula lo que ocurre al final de su vida útil, como su reciclaje o compostaje.

  • Con la prohibición de venta y entrega de bolsas plásticas, surgieron nuevas alternativas que si bien apuntan a una solución más sostenible, también presentan desafíos:
  • Bolsas de papel: Aunque reciclables y de origen vegetal, siguen siendo de un solo uso.
  • Bolsas de algodón: Reutilizables, pero con una huella hídrica considerable. Según la WWF, se requieren hasta 20.000 litros de agua para producir un kilo de algodón.
  • Bolsas de almidón de maíz: Son biobasadas, compostables en 180 días en condiciones de compostaje industrial. Representan una alternativa de bajo impacto ambiental y no generan microplásticos dañinos para el medioambiente"

Para Moreno, otro problema es la escasa información que reciben los consumidores: “Esta falta de precisión en la regulación se suma a la poca información entregada al cliente final, lo que deriva en la generación de más residuos”.

Falta de educación, fiscalización y reciclaje

Uno de los principales obstáculos para el cumplimiento efectivo de la ley es el desconocimiento de consumidores y comercios respecto a qué está permitido y qué no. A esto se suma una fiscalización municipal débil y una falta de prioridad en la agenda legislativa para cerrar estas brechas.

Además de mejorar la fiscalización, es urgente incorporar una mirada integral que considere el ciclo de vida completo de las bolsas reutilizables y fomente la reutilización real, más allá del cumplimiento formal.

La experiencia chilena demuestra que las políticas de prohibición pueden generar impactos positivos, pero no son suficientes por sí solas. Una transformación sostenible requiere ir más allá de reemplazar materiales: implica cambiar modelos de consumo, promover la innovación local, fortalecer la educación ambiental y facilitar el acceso a soluciones verdaderamente circulares.