La eficiencia ha sido un factor clave para mejorar los procesos en cualquier negocio, pero hoy en día, se ha convertido en una necesidad para que estos se mantengan competitivos en un mercado que cada vez es más exigente. Para ello, la tecnología resulta una aliada, por lo que las empresas que deciden adoptarla obtienen mejoras notables que, además de ubicarlas en la vanguardia, benefician sus procesos internos y externos.
Luego de más de dos años de turbulencia, generados por la pandemia Covid, las organizaciones se encuentran ante un desafío igual de exigente, la posibilidad de un periodo de recesión. Queda en evidencia que los retos para las empresas continuarán, más aún en un mundo incierto como el actual. Si bien no existe certeza en qué sucederá, está la convicción de que los cambios continuarán, obligando a todos estar atentos a los retos que se vayan presentando, por ejemplo, los ajustes macroeconómicos.