Bodegas que funcionan 24/7, rutas optimizadas con inteligencia artificial y equipos humanos que se duplican son parte del engranaje que hace posible que cada pedido llegue en tiempo y forma. Este año, el CyberDay 2025 volvió a superar sus propias marcas, alcanzando ventas por más de US$ 520 millones, según datos de la Cámara de Comercio de Santiago (CCS).
La cifra representa un crecimiento de 4,6% respecto a 2024 y un 21% más que el CyberMonday del mismo año, consolidando así al e-commerce como uno de los principales motores del consumo digital en el país.
En paralelo a los récords en ventas, los centros de distribución de todo Chile vivieron días de máxima exigencia. Las empresas logísticas reforzaron su capacidad operativa, no solo aumentando la dotación de personal, sino también extendiendo turnos, digitalizando procesos y ejecutando una planificación que se afina con meses de antelación.
“El trabajo logístico durante el Cyber no se puede improvisar. Es una operación que se planifica con al menos dos meses de antelación. Se refuerzan turnos, se trazan rutas con tecnología y se arman cuadrillas especializadas para cubrir la demanda que, en muchos casos, triplica la de un día normal”, explica Natalia Olea, Gerente de Desarrollo Logístico de Rocktruck, empresa especializada en logística enfocada en primera, penúltima y última milla (despachos a domicilio).
Pues claro, luego de hacer clic en pagar, comienza un proceso muchas veces desconocido para los usuarios y es que durante los días de Cyber, los centros de distribución se convierten en verdaderas centrales operativas. Algunos funcionan en modalidad continua las 24 horas, con personal rotativo y coordinación en tiempo real.
Una vez realizada la compra, los productos adquiridos se clasifican por zonas, se empaquetan con códigos de trazabilidad y se cargan en vehículos que deben cumplir rutas optimizadas para evitar retrasos. “Todo el proceso es un proceso logístico complejo. Si un paso se atrasa, afecta al resto de la cadena”, detalla Olea.
Además de la relevancia del trabajo humano, la tecnología juega un rol fundamental en este proceso. Sistemas TMS (Transportation Management Systems), Inteligencia Artificial, o algoritmos que asignan automáticamente pedidos según ubicación, volumen o tipo de carga, son claves para la preparación del pedido.
“La tecnología nos permite anticipar cuellos de botella y tomar decisiones en tiempo real. Ya no basta con tener camionetas disponibles: hay que saber exactamente qué ruta seguir, a qué hora salir y cuántos pedidos entregar por viaje”, comenta la ejecutiva.
Sin embargo, aunque los sistemas digitales han facilitado el trabajo, la logística aún depende de miles de personas como pickers, supervisores, operadores y conductores. Durante el Cyber, muchas empresas duplicaron su dotación, especialmente en funciones críticas como la preparación de pedidos o la carga de vehículos.
“Los equipos humanos siguen siendo clave. La velocidad y la precisión de los pedidos dependen de personas entrenadas que conocen bien los flujos. Por eso, gran parte del trabajo previo es la capacitación del personal temporal que se suma para estos eventos”, agrega Olea.
Ahora bien, desde el sector logístico destacan que el comportamiento del consumidor también puede marcar la diferencia. Estar disponible para recibir el paquete, consolidar pedidos o usar opciones de entrega programada puede contribuir a un proceso más eficiente.
“El cliente también es parte de esta cadena. Cuando se logra una colaboración entre tecnología, equipos humanos y usuarios finales, el resultado es un sistema logístico que responde mejor y más rápido, incluso en momentos de alta demanda como el Cyber”, concluye Natalia Olea, Gerente de Desarrollo Logístico de Rocktruck.