EL GERENTE SUPPLY CHAIN. ROL ESTRATÉGICO Y PRÁCTICAS INELUDIBLES EN EL ESQUEMA LOGÍSTICO ACTUAL

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De operador táctico a líder transformador: el gerente de supply chain enfrenta hoy un escenario donde la eficiencia ya no basta. La digitalización, la presión por la sostenibilidad, los cambios en el consumidor y la gestión del talento lo obligan a integrar visión estratégica, tecnología, liderazgo colaborativo y capacidad de adaptación para garantizar cadenas de suministro resilientes, ágiles y centradas en el cliente. ¿Sabes cómo debe ser el líder logístico actual? averígualo a continuación.

En los últimos cinco años, las operaciones logísticas han experimentado cambios dramáticos, los que han sido impulsados – principalmente - por las expectativas más altas de los clientes y consumidores finales, más exigentes e informados, la fuerte incorporación de la transformación digital a nivel operativo (digitalización y automatización) y una transmutación de su objetivo cardinal: La eficiencia, dado que las cadenas de abastecimiento han dejado de enfocarse únicamente en el costo y la eficacia, para priorizar ahora la resiliencia, la capacidad de adaptación rápida, y la sostenibilidad, como respuesta a crisis globales, disrupciones logísticas y presiones externas.

Por cierto, los factores mencionados no son los únicos que se instalan como impulsores de cambio en la actividad logística y la cadena de suministro como las conocíamos. De hecho, algunos de estos factores se instalan como disruptores porque durante el periodo indicado su implementación fue inusitadamente acelerada. Este es el caso de la denominada transformación digital, fenómeno que se venía asentando robustamente en periodos prepandémicos, y que tras la alerta sanitaria mundial se disparó a niveles nunca vistos. Para algunos expertos, la digitalización y automatización acelerada de los procesos ha revolucionado la logística interna y externa; destacando en este plano, integraciones tecnológicas tales como: Sistemas WMS con radiofrecuencia (RF); el uso de inteligencia artificial y analítica para estimar demanda y optimizar rutas; la implementación masiva de la robótica en centros de distribución o la trazabilidad en tiempo real mediante GPS e integración de plataformas con niveles de precisión de alto estándar.

Si hablamos del consumidor, en tanto protagonista indiscutido de la logística actual, tenemos que al establecer como axioma máximo que: “la experiencia del cliente es lo central”, los líderes y actores del ámbito logístico han debido reformular su propuesta operativa, teniendo a la omnicanalidad como nueva norma, situación que exige una alta coordinación entre inventario, distribución y atención al cliente, para lograr una experiencia fluida y eficiente.

Hace 20 años atrás, durante los albores del comercio electrónico en Chile, hablábamos de un consumidor cada vez más informado, hace una década, ya se instalaba un perfil de consumidor informado y exigente. Hoy, en tanto, el consumidor posee un perfil racional y estratégico, ya que planifica sus compras, compara precios, busca reseñas y espera fechas clave como el Cyber Monday o Black Friday para efectuar sus compras, sin actuaciones compulsivas. El cliente final actual exige valor por su dinero, sobre todo en contextos de inflación o incertidumbre económica como el que atravesamos. Igualmente, hablamos de un comprador altamente conectado y multicanal, que utiliza a múltiples dispositivos (smartphone, PC, tablet) y canales (apps, sitios web, RRSS) antes de tomar una decisión. Al mismo tiempo, la impaciencia se instala como otro rasgo a considerar cuando analizamos al consumidor actual, dado que exige respuestas rápidas, tiempos de entrega cortos y seguimiento en tiempo real; requerimientos que de no ser satisfechos lo llevan a cambiar de proveedor sin pensarlo dos veces. Finalmente, otro de los rasgos que define el perfil del consumidor final actual es su conciencia medioambiental y responsabilidad social, dado que al momento de decidir su compra evalúa aspectos como la sostenibilidad, el origen del producto, el empaquetado ecológico o el impacto social de la marca; un factor que no se debe perder de vista.

Considerando los evidentes cambios que la actividad logística ha experimentado y las exigencias a las que debe hacer frente, los líderes del sector también han experimentado cambios y debido desarrollar capacidades imprescindibles para afrontar los retos. A fin de analizar este fenómeno, Revista Logistec convocó a Cristián Castro, Gerente Retail & Ecommerce de Artel, Ricardo Luna, Gerente de Operaciones de MK, Ricardo Jungk, Gerente Supply Chain de Küpfer Hnos, y Tomás Cox, Gerente General de EIT Logística, cuatro destacados ejecutivos del medio logístico nacional, a fin de conocer cuáles son estas cualidades y a qué retos responden en el orden inmediato.

UN ROL ESTRATÉGICO…

En un entorno logístico cada vez más dinámico, globalizado y tecnológicamente avanzado, el rol del gerente de supply chain ha dejado de ser una función meramente operativa para transformarse en un eje estratégico dentro de las organizaciones. Así, hoy se espera que estos líderes sean capaces de integrar visión de negocio, habilidades técnicas y competencias humanas para garantizar no solo la eficiencia de la cadena de suministro, sino también su resiliencia y capacidad de adaptación frente a escenarios complejos e impredecibles.

Ricardo JungkEn concordancia con lo anterior, Ricardo Jungk expuso que “el rol de supply chain paso de ser táctico a uno estratégico, cuya importancia varía según la industria, pero me atrevo a decir que en la mayoría de las empresas se han dado cuenta de la relevancia del rol. Por ello, el gerente de supply chain no puede solo limitarse a las operaciones y abastecimiento, tiene que entender a cabalidad el negocio y ser capaz de agregar valor concreto al mismo, complementando su estrategia comercial”.

Igual reflexión expresó al respecto, Ricardo Luna, indicando que este líder “debe combinar habilidades técnicas, estratégicas y humanas y estar muy orientado a la estrategia digital. Al mismo tiempo, debe ser resiliente, orientado al cliente y comprometido con la sostenibilidad, al tiempo que debe ser capaz de tomar decisiones rápidas y basadas en datos en un entorno cambiante y complejo”.

De lo expuesto por los ejecutivos, se infiere que el nuevo gerente logístico o supply chain debe pensar como un estratega, actuar como un integrador y liderar como un transformador. En esta línea, Cristián Castro indagó aún más en este rol, manifestando que entre las muchas habilidades valiosas que debe tener este ejecutivo, hay tres competencias fundamentales que destacan por su impacto directo en el éxito de la gestión de la cadena y el negocio: Visión estratégica y pensamiento sistémico, el dominio de tecnologías y analítica y capacidad de liderazgo y gestión colaborativa.

“En torno a la primera competencia indicada (visión estratégica y pensamiento analítico), este ejecutivo debe tener la capacidad para comprender la cadena de suministro como un sistema integral, que va desde los proveedores hasta el cliente final; poseer la habilidad para alinear las decisiones logísticas y operativas con los objetivos estratégicos del negocio y tener la visión para anticipar riesgos, identificar oportunidades de mejora e innovar en procesos, modelos y alianzas. En cuanto al dominio de tecnologías y analítica, este profesional debe conocer y tener experiencia en el uso efectivo de herramientas como ERP, TMS, WMS, analítica avanzada, IoT, inteligencia artificial y automatización, al tiempo que debe tener la capacidad para analizar datos y tomar decisiones basadas en evidencia. Además, debe comprender cómo la tecnología puede mejorar la eficiencia, la trazabilidad y la experiencia del cliente”.

En torno a la tercera competencia identificada: Capacidad de liderazgo y gestión colaborativa, Castro sostuvo que este profesional debe tener la habilidad para liderar equipos multidisciplinarios y promover una cultura de mejora continua. “Este ejecutivo debe tener la capacidad de trabajar en colaboración con proveedores, socios logísticos, otras áreas del negocio y clientes. Por tanto, entre las competencias esenciales a su haber se encuentran: la comunicación efectiva, gestión del cambio y enfoque en el desarrollo de talento en entornos diversos y a menudo remotos o distribuidos”.

tomas coxEn resumen, este profesional debe entender profundamente las expectativas del cliente final, anticiparse a los riesgos y alinear cada decisión logística con los objetivos comerciales, financieros y sostenibles de la empresa. Así, lo expuso Tomás Cox, gerente general de EIT y actual Presidente del Supply Chain Council Chile, puntualizando que, en definitiva, se trata de un perfil integral, preparado para liderar el flujo completo de la mercadería; lo que termina por darle un rol protagónico en la propuesta de valor de la compañía.

“Para cumplir con estas expectativas, este profesional debe poseer capacidad de negociación, tanto para el entorno externo, con proveedores y otros stakeholders, como en el interno, logrando hacer que las otras gerencias de la compañía se alineen y trabajen coordinadamente. Además, debe poseer una alta capacidad analítica de los indicadores estratégicos y operativos del negocio, que le permita tomar decisiones oportunas y bien informadas, de manera de aprovechar las oportunidades o evitar los riesgos del entorno actual. Finalmente, un gerente de Supply Chain debe ser capaz de ver el negocio integralmente, entendiendo y participando desde la propuesta de valor desde un punto de vista comercial hasta ver y gestionar los impactos financieros que la gestión logística y de inventarios conllevan”, expuso Cox.

PRACTICAS ESENCIALES PARA LA LOGÍSTICA ACTUAL

Siempre en torno al perfil actual del gerente logístico / Supply Chain, los entrevistados identificaron las siguientes prácticas esenciales que todo líder del ámbito debe realizar de cara a la operación y al cliente final.

En línea con lo anterior, de acuerdo con lo expuesto por Ricardo Jungk, una práctica clave de este rol es “generar capacidades de control que permitan tener visibilidad de la cadena completa, a fin de activar acciones a tiempo sobre cualquier evento que este condicionando el cumplimiento de la propuesta de valor construida. Hoy hay muchas herramientas y servicios que facilitan este control y visibilidad y todas van de la mano de la digitalización de los procesos”.

En concordancia con Jungk, Cristián Castro indicó que, en el entorno actual, “las mejores prácticas de un gerente de operaciones logísticas se centran en: usar datos para mejorar, construir procesos adaptables y liderar personas con foco colaborativo. El equilibrio entre eficiencia, flexibilidad y alineación humana es la verdadera ventaja operativa”, expuso.

Ricardo Luna, por su parte, fue más lejos, proponiendo que, en la actualidad, un gerente de operaciones debe ser capaz de integrar eficiencia operativa con orientación al cliente final. “Esto implica prácticas esenciales como la gestión eficiente de procesos, que incluye el mapeo, la mejora continua y la estandarización para reducir desperdicios; y el aseguramiento de la calidad, estableciendo estándares y sistemas de control que recojan retroalimentación del cliente para perfeccionar productos y servicios. Además, resulta clave una coordinación efectiva de la cadena de suministro, manteniendo niveles óptimos de inventario y relaciones claras con proveedores mediante acuerdos de servicio (SLA)”, sostuvo.

Cristian CastroPor otro lado, Luna sostuvo que el enfoque estratégico también exige una gestión sólida del talento operativo, asegurando formación, motivación y sentido de propósito en los equipos; junto con un enfoque centrado en el cliente, adaptando procesos para entregar rapidez, confiabilidad y personalización. Todo esto debe estar soportado por la gestión de indicadores clave (KPIs) y el uso inteligente de tecnologías y automatización. “La comunicación transversal, la gestión de riesgos y la capacidad de innovar y adaptarse rápidamente completan el perfil de prácticas esenciales que garantizan una operación alineada con los objetivos de negocio y las expectativas del mercado”, expuso el ejecutivo de MK.

Siempre en torno a las prácticas esenciales actuales del rol gerencial logístico, Tomás Cox sostuvo que estos líderes “deben rodearse de indicadores que le permitan estudiar y entender lo ocurrido, y en base a eso, proyectar escenarios y anticiparse a los cambios del entorno del negocio. Un buen ejecutivo logístico, no puede ser sorprendido”.

Por otro lado, destacó el gerente general de EIT, “debe empoderar a su equipo para que todos los eslabones de la cadena estén bien custodiados y gestionados. El entorno cambiante va desafiando a los distintos procesos, y ninguno puede quedar descuidado. La delegación y el empoderamiento son clave en equipos tan grandes, diversos y complejos, por lo que el gerente debe ser el director técnico de este grupo de profesionales, más que el delantero que mete los goles”.

Así, a partir de lo analizado por los entrevistados, a medida que el entorno global se vuelve más complejo e incierto, los líderes de supply chain deberán romper con los paradigmas tradicionales.

De cara al futuro, en tanto, la necesidad de pensar distinto y cuestionar lo establecido será clave para mantenerse competitivos en un mercado en constante evolución. Esto implicará asumir con decisión el desafío de adaptar las operaciones a un contexto laboral cambiante, con nuevas generaciones, marcos regulatorios más exigentes, y presiones crecientes por productividad. En este escenario, la gestión del talento humano, junto con la automatización, se alzan como piezas fundamentales para sostener los márgenes y la eficiencia operativa.

De acuerdo con lo analizado por los ejecutivos, la transformación digital y la resiliencia operativa se consolidan como pilares estratégicos. La trazabilidad, la automatización en centros de distribución, el dominio de tecnologías como la inteligencia artificial, y la logística de última milla son ya factores críticos para lograr niveles de servicio acordes a un consumidor más exigente y omnicanal. Al mismo tiempo, las disrupciones globales –desde pandemias hasta ciberataques– seguirán exigiendo agilidad, planificación de contingencia y capacidad de respuesta ante situaciones de crisis, sin perder de vista la eficiencia.

Finalmente, el liderazgo en supply chain no solo estará marcado por la capacidad técnica, sino también por la visión estratégica, la adaptación al cambio y la sostenibilidad. La presión por reducir costos convivirá con exigencias regulatorias más estrictas, expectativas ambientales y mayor transparencia hacia el cliente. Los próximos cinco años demandarán de los gerentes de supply chain un enfoque integral: capaces de equilibrar eficiencia con resiliencia, tecnología con humanidad, y rentabilidad con responsabilidad. El éxito estará en quienes logren transformar estos desafíos en ventajas competitivas duraderas.