PREPARARSE VALIÓ LA PENA: LAS TECNOLOGÍAS MARCAN DIFERENCIAS EN LA LOGÍSTICA DE HOY

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Quienes invirtieron en tecnologías y dieron un salto en la automatización de sus operaciones disfrutan hoy de una “relativa tranquilidad” a nivel operacional que les permite hacer frente a las variaciones de la demanda y reforzar su nivel de servicio.

Parece que valió la pena prepararse y adelantarse a los tiempos, más aún cuando los mercados se tornan complejos y competitivos, ya que estas decisiones permiten hoy ir marcando diferencias.

Sabemos que el tema del retorno de inversión en los proyectos de implementación tecnológica siempre es clave para la toma de decisiones finales. Sin embargo, actualmente otros factores también entran en juego, tales como la productividad y el nivel de servicio que la tecnología aportaría.

javier bravo 300pxNo cabe duda, que el impacto de las tecnologías al interior de las empresas es significativo, independiente del tipo de soluciones que se implemente; y es ese impacto el que se transforma finalmente en un factor diferenciador entre las compañías que se han sumado a la tendencia de la automatización y quienes no.

En el mercado nacional hay dos grupos de empresas: uno, aquellas que se arriesgan con grandes proyectos y les sale todo bien, cambiando del cielo a la tierra su productividad; y dos, las que hacen un proceso más gradual, pero también les cambia sustantivamente su productividad y comienzan a transitar un camino sin retorno en la modernización y tecnologización, donde van sumando paulatinamente tecnologías y haciendo inversiones.

Vemos cómo las empresas que ya implementaron tecnologías se acostumbran a un alto estándar y son más productivas, haciendo, por ejemplo, lo mismo con menos gente y más rápido. Además, la capacidad de responder a los peak de demanda y a la incertidumbre es mucho más ágil. El que invirtió con anticipación va con una velocidad muy adelantada en comparación con quien no lo hizo.

Además, cuando la tecnología fue implementada hace ya un tiempo, la operación va tomando un ritmo ágil que la lleva a diferenciarse de aquellas que no han hecho la inversión. Si bien, hay un tiempo de aprendizaje por parte del equipo, una vez que dominan las soluciones sacan lo mejor de ellas y refuerzan la operación en términos de rentabilidad, productividad y servicio.

Las empresas más tecnologizadas o automatizadas serán más competitivas y eso hará que tenga mejores márgenes y su nivel de servicio será mayor gracias a la capacidad de reacción y al cumplimiento de pedidos.

El mejor ejemplo de lo señalado anteriormente es lo que se vive en un cyber. Sin automatización, las empresas tienen un techo en el nivel de respuesta que ofrecen, ya sea por un tope estructural o un tope de eficiencia y capacidad.

Se entiende entonces que dos empresas con la misma demanda, con el mismo tipo de producto, con la misma naturaleza operacional y con el mismo grado de complejidad enfrentan una operación con claras diferencias. Quienes tienen automatización podrán poner más recursos y llegar a cerca de un 97%; en cambio, el otro grupo, estará en cerca de un 87% en tiempo y cantidad.

Las sutilezas como la capacidad de reacción y el nivel de servicio son las que se tornan finalmente claves en este momento de la industria, donde es fundamental ir marcando diferencias y las tecnologías son primordiales en este camino.

Todo lo señalado anteriormente queda plasmado en el momento actual de la industria del retail, la cual se ha visto fuertemente respaldada por la tecnología y automatización, en tiempos complejos. Vemos cómo a pesar de las cifras fluctuantes en términos económicos, principalmente aquella relacionada al consumo de la población que los golpea directamente, muchos de sus actores siguen con buenas cifras de ventas; mientras otros enfrentan este momento con lo que tienen y cómo pueden.

¿Cómo entender está relación entre tecnología y retail? Para impulsar el nivel de inversión y la mirada de los proyectos en la industria del retail es necesario tener claro que existen dos variantes claves en esta relación: una comercial y otra operacional.  

Cuando las ventas están malas, el foco de las empresas está en cuidar el costo operacional y el nivel de servicio. Es aquí donde aquellos que están preparados podrán reaccionar de forma más eficiente, porque su proceso está automatizado, ganando productividad y, por tanto, rentabilidad de los procesos  

Pero un tema aún más sensible, en estos minutos, es el nivel de servicio. Cuando la demanda está apretada, el consumidor va a elegir al que esté entregando un mejor nivel de servicio y ahí quienes estén con sus procesos automatizados siempre entregarán un mejor servicio versus el que no.

Entonces, estas bajas curvas económicas golpean con más dureza a aquellos que no están preparados, aquellos que aún no incorporan la tecnología como pilar de su operación y aquellos que han preferido estar ajenos a la automatización. Lo avanzado en términos tecnológicos y de automatización hoy cobra valor y sentido cuando sale en ayuda de las empresas para enfrentar los momentos complejos en términos comerciales y también operacionales, apalancando dos pilares centrales del éxito del retail: los costos y el nivel de servicio.

Por Javier Bravo, CEO de Liike Consulting.


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