WMS Y TRAZABILIDAD: LA CLAVE PARA UNA INDUSTRIA ALIMENTARIA MÁS EFICIENTE Y SOSTENIBLE

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En un entorno donde millones de toneladas de alimentos se pierden antes de llegar al consumidor final, la trazabilidad se convierte en un pilar estratégico para la competitividad de la industria alimentaria. Los sistemas de gestión de almacenes (WMS, por sus siglas en inglés) emergen como aliados tecnológicos clave para mejorar la eficiencia operativa, reducir el desperdicio y asegurar el cumplimiento normativo.

El reto del desperdicio de alimentos y la necesidad de trazabilidad

La industria alimentaria enfrenta pérdidas significativas por falta de control en la cadena de suministro. Según datos del Banco de Alimentos Perú, se desperdician aproximadamente 12,8 millones de toneladas de alimentos al año, lo que equivale al 48 % del total disponible. Estas cifras reflejan una necesidad urgente de mejorar la trazabilidad, desde la producción hasta la distribución.

En la misma línea, un estudio presentado en el Congreso Nacional por el Ministerio del Medio Ambiente y la FAO revela que se pierden 5,8 millones de toneladas anuales de alimentos, afectando directamente la eficiencia logística y generando un fuerte impacto económico y ambiental.

La visión experta: trazabilidad como ventaja competitiva

"Hoy más que nunca, la trazabilidad en la industria alimentaria no es una opción, sino un requisito esencial para operar de manera eficiente, sostenible y competitiva", destaca Ulrich Reiser, Country Manager de Southern Technology Group (STG).

Para Reiser, la implementación de un WMS transforma completamente la operación de una empresa alimentaria. Explica que este tipo de sistema permite:

  • Control total sobre lotes, fechas de vencimiento y condiciones de almacenamiento.
  • Registro detallado de la procedencia de cada producto.
  • Reducción de mermas y riesgo de vencimientos.
  • Mejora en la confianza del consumidor y cumplimiento normativo.

"La tecnología WMS permite tomar decisiones basadas en datos, anticipar riesgos y garantizar que el producto llegue en óptimas condiciones al consumidor o a su destino internacional", subraya.

WMS: trazabilidad desde el origen

Un WMS permite rastrear cada etapa de un producto, desde el campo hasta la mesa. A través de reglas como FEFO (First Expired, First Out), se prioriza la salida de productos con fecha de vencimiento más cercana, reduciendo riesgos de pérdida. Además, puede integrarse con sensores para controlar temperatura y humedad, esenciales en productos refrigerados o congelados.

Cumplimiento normativo y preparación ante auditorías

Otro beneficio clave del WMS es su capacidad para generar y almacenar registros digitales detallados. Esto permite cumplir con normativas como HACCP, BPM, o los estándares internacionales exigidos por la FDA y la Unión Europea.

Este respaldo documental se vuelve crítico durante auditorías sanitarias o ante la necesidad de ejecutar un recall inmediato.

Trazabilidad y sostenibilidad: una cadena con menor desperdicio

Un informe de Logística360 estima que una mejora en la trazabilidad podría reducir entre 15 % y 30 % las pérdidas actuales en la industria alimentaria. Esto no solo tiene un impacto directo en los márgenes de las empresas, sino que también representa un paso clave hacia una cadena de suministro más sostenible y alineada con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

El futuro: integración de WMS con ERP e inteligencia artificial

El siguiente paso para las empresas alimentarias es la integración del WMS con soluciones ERP, tecnologías de captura automática de datos e incluso inteligencia artificial. Esta convergencia digital habilita una logística predictiva, adaptable y con visibilidad total, desde la planta de producción hasta el canal de distribución.

"La industria alimentaria necesita visibilidad total sobre su operación logística, especialmente en contextos de exportación. Un WMS no solo optimiza la trazabilidad, también es una herramienta estratégica para crecer con eficiencia y competitividad", concluye Reiser.