PYMES AL LÍMITE: LA TORMENTA PERFECTA QUE CHILE NO PUEDE IGNORAR

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Pequeñas y medianas empresas enfrentan altos costos, regulaciones complejas y falta de financiamiento, mientras luchan por crecer y generar empleo. Sin embargo, las oportunidades están: innovación, digitalización y colaboración pueden marcar la diferencia. Katia Trusich, directora de Grande Pyme, hace un llamado a pasar de la resiliencia a la relevancia y recuerda a las PYMEs que no están solas: “Chile no avanza sin ustedes”.

Detrás de cada producto, servicio e innovación de nuestro país, hay pequeñas y medianas empresas que luchan por crecer, generar empleo y marcar la diferencia. Pero no siempre es fácil: muchas enfrentan incertidumbre, falta de recursos y desafíos estructurales que amenazan su desarrollo.

Para visibilizar su aporte y abrir caminos de apoyo concreto, surge Grande Pyme, una corporación impulsada por Abastible, SURA, BCI y Entel, que articula la colaboración entre grandes empresas para fortalecer a las PYMEs y construir un ecosistema más competitivo, formal y sostenible.

Katia TrusichSegún Katia Trusich, directo ejecutiva de Grande Pyme, las PYMEs enfrentan una verdadera “tormenta perfecta”: alza del salario mínimo, Ley Karin, reducción de jornada laboral y alta carga regulatoria. “Son medidas socialmente necesarias, pero las empresas pequeñas carecen de departamentos especializados y recursos para adaptarse como las grandes”, explica. Entre sus principales desafíos están la sobrecarga administrativa y tributaria, el financiamiento limitado —ya que la mayoría se autofinancia y dos de cada tres no supera los tres años de vida—, el déficit de capital humano y la informalidad, que alcanza al 21% de los empleos en PYMEs y al 48% en microempresas.

En esta entrevista, Katia Trusich nos cuenta cómo ve el momento que viven las PYMEs, qué distingue a las que logran consolidarse y cuáles son las oportunidades para que Chile deje de crecer a medio motor.

¿CUÁLES SON LAS PRINCIPALES PREOCUPACIONES DEL SECTOR?

Las PYMEs enfrentan una verdadera “tormenta perfecta”: alza del salario mínimo, Ley Karin, reducción de jornada laboral y alta carga regulatoria. Son medidas socialmente necesarias, pero las empresas pequeñas carecen de departamentos especializados y recursos para adaptarse como las grandes. Sus principales dolores son cuatro. Primero, la sobrecarga administrativa y tributaria: si para las grandes empresas ya es complejo navegar permisos, para una PYME con recursos limitados es aún más difícil. Segundo, el financiamiento: la mayoría se autofinancia y dos de cada tres no supera los tres años de vida. Tercero, el déficit de capital humano: un 18% de sus trabajadores tiene baja escolaridad, lo que limita productividad y expansión. Y cuarto, la informalidad: el 21% de los empleos en PYMEs es informal, llegando al 48% en microempresas.

¿QUÉ DIFERENCIA A LAS EMPRESAS QUE SE CONSOLIDAN DE LAS QUE SOLO SOBREVIVEN?

Las cifras del Observatorio Grande Pyme permiten identificar un patrón claro. Las empresas que logran consolidarse son aquellas que se integran a cadenas de valor junto a grandes compañías, acceden a financiamiento competitivo y lo utilizan de forma estratégica, invierten en la formación continua de su capital humano y avanzan en procesos de digitalización con propósito, es decir, no solo incorporando herramientas, sino transformando la manera en que operan. Además, suelen formalizarse tempranamente, lo que les permite acceder a mayor protección y oportunidades de crecimiento.

En contraste, las empresas que solo sobreviven operan de manera aislada, concentrándose en la venta directa a consumidores finales —una realidad que alcanza al 52% de las microempresas frente al 21% en grandes compañías—, se autofinancian con muy poca capacidad de inversión y mantienen altos niveles de informalidad, llegando al 48% en el caso de las microempresas. Esto se traduce también en brechas salariales importantes: mientras las grandes empresas pagan en promedio $1.172 mil, las microempresas apenas alcanzan los $617 mil. Finalmente, la internacionalización es casi inexistente: solo un 2,7% de las PYMEs exporta, frente a un 22% de las grandes empresas.

Finalmente hay una diferencia en la capacidad de proyección: las que se consolidan piensan en crecimiento; las que sobreviven, en el día a día.

¿QUÉ FALTA PARA QUE LAS PYMES ACCEDAN A FINANCIAMIENTO, INNOVACIÓN Y REDES COMERCIALES?

Lo que falta no son más programas aislados, sino un ecosistema robusto que permita a las PYMEs crecer. En financiamiento, se necesitan garantías estatales más accesibles, instrumentos diseñados para su realidad y educación financiera estructurada. En innovación, el desafío es transferir tecnología desde grandes empresas, escalar programas de mentoría y ofrecer soluciones aplicables y accesibles, no solo de punta. Y en redes comerciales, urge avanzar en compras públicas inclusivas, plataformas de encadenamiento productivo y apoyo real a la exportación, considerando que solo un 2,7% de las PYMEs llega a mercados internacionales. Por encima de todo, lo que más demandan es certeza regulatoria y simplificación normativa: una PYME no puede invertir si no sabe si podrá sostener sus operaciones frente a la burocracia.

¿DÓNDE ESTÁN LAS OPORTUNIDADES DE MEJORA PARA EL CRECIMIENTO ESTABLE?

Las oportunidades están en cuatro frentes. Primero, una simplificación regulatoria real: ventanilla única digital, permisos diferenciados por tamaño y fast tracks para formalización. Segundo, integración a cadenas de valor con programas de proveedores escalables, compras públicas inclusivas y certificaciones accesibles. Tercero, formación de capital humano mediante reconversión sectorial, capacitación continua subsidiada e incentivos a contratar talento calificado. Y cuarto, financiamiento inclusivo con instrumentos adaptados a los ciclos de caja PYME, garantías estatales ágiles y educación financiera estructurada.

El modelo alemán del Mittelstand muestra el camino: PYMEs que representan más del 99% de las empresas, generan más de la mitad del empleo y son “hidden champions” globales gracias a innovación, sostenibilidad y visión de largo plazo.

¿QUÉ SECTORES VES CON MAYOR POTENCIAL DE EXPANSIÓN?

El mayor potencial está en cinco sectores. Primero, los servicios tecnológicos y digitales —software, ciberseguridad, marketing— por su bajo capital físico, alto valor agregado y capacidad exportadora. Segundo, la agroindustria y los alimentos procesados: Chile tiene ventajas comparativas y puede pasar de producción primaria a agregar valor para mercados internacionales. Tercero, los servicios profesionales especializados —consultoría, diseño, ingeniería—, que gracias a la digitalización pueden escalar con mayor productividad que el comercio tradicional. Cuarto, la economía circular y la sostenibilidad, donde reciclaje, energías renovables y reutilización abren nichos crecientes con regulación favorable. Y quinto, la logística y última milla, impulsada por el e-Commerce y la demanda de trazabilidad e integración con grandes plataformas. El comercio seguirá siendo clave (17% del empleo PYME), pero el crecimiento sostenible vendrá de sectores que generen más valor y dependan menos de infraestructura física costosa.

¿QUÉ MENSAJE LE DARÍAS A LAS PYMES QUE ENFRENTAN INCERTIDUMBRE PERO BUSCAN REINVENTARSE?

No están solas. Sabemos lo difícil que es emprender y sostener una empresa, pero también que Chile no avanza sin ustedes y que las grandes compañías las necesitan. Desde Grande Pyme queremos visibilizar su rol y elevarlo. Mi mensaje es triple: primero, pasen de la resiliencia a la relevancia: no basta con sobrevivir, es hora de prosperar con condiciones justas para invertir, innovar y exportar. Segundo, la reinvención es colectiva: las PYMEs aisladas sobreviven, las conectadas crecen. Las alianzas con grandes empresas y entre pares deben multiplicarse. Y tercero, el conocimiento es la mejor inversión: con baja escolaridad y productividad limitada, cada peso en capacitación se traduce en más valor.

Chile no puede conformarse con muchas empresas pequeñas que pagan poco, necesita medianas que generen empleo de calidad. Esa transformación empieza hoy, y las PYMEs son protagonistas.