SE MANTIENE LA ESCASEZ DE MICROCHIPS: UN TÚNEL OSCURO PARA LAS CADENAS DE SUMINISTRO

Previous Next

La industria de semiconductores sigue complicada. Con un mercado volátil y una alta demanda que no da descanso, la economía digital mundial sigue en ascuas. Y por si fuera poco, la guerra entre Rusia y Ucrania empeora la situación.

“Rusia es un importante proveedor de paladio, un metal omnipresente en la electrónica. Ucrania, por su parte, dispone de grandes reservas de neón, un gas indispensable para los láseres usados en la fabricación de semiconductores”, explica Leonardo Navarrete, gerente comercial de STG Chile. Aunque el contexto es exigente, se espera que la guerra no tenga un impacto a corto plazo gracias al almacenamiento de materias primas y la adquisición diversificada.

Medidas para la logística nacional

Con una capacidad productiva limitada, la demanda de semiconductores sólo va en aumento. Por lo que solucionar este problema es esencial. “Dada la coyuntura por el Covid y el ecommerce, las empresas decidieron integrar soluciones de movilidad, generando una sobredemanda por dispositivos, acrecentando la escasez y el incumplimiento en los tiempos de entrega. Por ende, la principal solución es anticipar las compras considerando los largos meses que demoran en llegar los productos”, detalla Navarrete.

Según IDC, la industria acabará por recuperar el equilibrio a mediados de 2022. Y, un año después, podría llegarse incluso a una situación de sobrecapacidad. Mientras, se sigue gestionando estratégicamente lo que viene.