¿Cómo ser exitosos y seguir creciendo en entornos comerciales cada vez más competitivos, con clientes cada vez más exigentes y ofertas más atomizadas, donde el precio ya no actúa como un factor -necesariamente- decisivo al momento de adquirir un bien o contratar un servicio? Responder a la interrogante expuesta es, sin lugar a dudas, uno de los objetivos que ocupa a empresas de diversos sectores a nivel global, entre ellas, aquellas ligadas al rubro logístico; una tarea nada fácil y absolutamente determinante.
Planificar es lo único que nos puede entregar cierta seguridad y disminuir, en parte, la incertidumbre ante los sucesos sorpresivos. Esta lógica, que todos empleamos a nivel doméstico es un verdadero axioma para los actores de la industria de la Supply Chain, donde planificar es un factor determinante, no sólo debido al incremento de los factores que complejizan una operación y que requieren atención previa; sino también, porque es el factor que marca la diferencia entre el éxito o el fracaso a nivel operativo.