“El camino al infierno está lleno de buenas intenciones”, reza el refrán. Y si hablamos de sustentabilidad empresarial, esta frase puede reflejar una realidad incómoda: iniciativas bienintencionadas que quedan atrapadas en la inacción o peor aún, en prácticas de greenwashing. Tampoco se trata de ser lapidarios con las organizaciones que fallan en sus esfuerzos ambientales, porque pasar del discurso a la acción no es solo un tema de voluntad, recalcan los expertos.
La flexibilidad, adaptación al cambio y la resiliencia son requisitos indispensables para las empresas competitivas, más aún en rubros tan dinámicos como el de la cadena de suministro. En este contexto, el rol de los lideres se torna crítico y desafiante; ya no se trata solo de implementar nuevas herramientas o procesos, sino de preparar a los equipos para enfrentar entornos en constante evolución y fomentar una cultura que impulse la transformación.