En momentos en que la industria logística, a nivel mundial, vive uno de los mayores desafíos al intentar cumplir con el llamado de los consumidores para mantener el abastecimiento de los países, la tecnología cumple un rol fundamental. Hoy las implementaciones tecnológicas y equipamientos pasan por su prueba más grande. Al ponerse en jaque el nivel operativo de las compañías son estas herramientas las llamadas a potenciar la capacidad de respuesta de las cadenas logísticas en momentos complejos.
Durante los últimos años, compañías de los más diversos rubros, presentes en el mercado chileno, han experimentado una constante presión por maximizar los niveles de eficiencia de sus cadenas de suministro; optimizando sus procesos productivos y logísticos en aras de elevar sus ratios de competitividad, adaptarse al vertiginoso ritmo del mercado interno y global; y responder a las diversas demandas de sus clientes y consumidores; un contexto en el cual fenómenos como la omnicanalidad y el explosivo crecimiento del comercio electrónico han tenido una influencia determinante.