La crisis sociosanitaria trajo consigo obstáculos inesperados para el grueso de la sociedad, pero también supuso un duro golpe económico para el tejido empresarial. Grandes corporaciones y pequeños emprendedores vieron sus negocios peligrar, sobre todo en determinados sectores, con las restricciones en la distribución y paros en el transporte a nivel global.
Hoy es difícil hablar de un negocio y que no tenga presencia online. La pandemia fue una prueba de fuego para muchas empresas, las que se diferenciaron por el nivel de preparación que tenían para ese entonces: algunas llevaban la delantera, otras estaban en pleno proceso y a muchas las pilló solo con los planes, pero nada implementado en relación a sus canales digitales. ¿Cuál es la importancia de contar con ellos después de tantos cambios? ¿Qué cambios hubo en las empresas y en los consumidores?