Para lograr que Chile avance en su desempeño logístico y sea un actor relevante a nivel global en esta materia, uno de los temas que no se pueden dejar atrás es el de la sostenibilidad. Los consumidores demandan productos ya no solo centrándose en su precio o la rapidez de la entrega; se observa una preocupación creciente por conocer el eventual daño ambiental o social provocado en el proceso productivo o el de transporte. Adicionalmente, existen compromisos y acuerdos que el país ha suscrito en este campo que, en conjunto con lo anterior, induce a los actores del sistema a buscar alternativas más sostenibles para llevar a cabo la distribución.
La innovación ha provocado cambios vertiginosos en las cadenas de suministro, otorgando innumerables beneficios de productividad, eficiencia, reducción de costos y notoriedad.