La logística inversa ha dejado de ser una tarea secundaria y se ha convertido en una parte importante de la estrategia logística de las empresas. Este movimiento está impulsado por la mayor madurez del comercio electrónico en Latinoamérica y la demanda de los consumidores por más conveniencia, sostenibilidad y transparencia.
La cadena de suministro ha dejado de ser un área operativa aislada para convertirse en un eje estratégico de competitividad y resiliencia empresarial. En un entorno global caracterizado por tensiones geopolíticas, disrupciones tecnológicas, transformación digital y cambios en los hábitos de consumo, la capacidad de adaptación de las cadenas logísticas es hoy un factor decisivo. No se trata solo de resistir los impactos: se trata de anticiparlos, absorberlos y transformarlos en oportunidades.