La modernización del transporte terrestre requiere una colaboración cercana entre gobiernos, industrias, fabricantes, proveedores de servicios y la sociedad en general. La inversión en tecnología, infraestructura y políticas adecuadas puede crear un sistema de transporte terrestre más avanzado y sostenible para el futuro.
El transporte es fundamental para respaldar el crecimiento económico de un país, conectar a las personas con los bienes y servicios esenciales. De ahí que, a nivel logístico, el desarrollo del transporte, y en específico la performance de sus modos (marítimo, aéreo, terrestre y ferroviario) sea un factor crítico a la hora de implementar mejoras y minimizar los impactos negativos de una actividad que resulta crítica e irreemplazable.